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Pasar más hambre que un maestro de escuela

  • La serie 'El profesor Tragacanto, y su clase, que es de espanto' (revista 'Pulgarcito', 1959), de Martz Schmidt, es un cómic humorístico protagonizado por un gruñón maestro de escuela

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, tragacanto es el nombre de un arbusto, y también el de una sustancia que produce dicho arbusto, y se usa en la industria farmacéutica. La goma tragacanto se emplea como agente de suspensión para polvos insolubles o como agente aglutinante en píldoras y comprimidos; es un polisacárido obtenido por incisión de tallos de varias especies de Astragalus, que se encuentran en regiones montañosas de Turquía, Siria, Irak, Irán y Rusia.

Tragacanto es también un señor bajito, calvo, tocado con un birrete negro y toga del mismo color, y de largas barbas blancas, creado por el historietista español Martz Schmidt: El profesor Tragacanto y su clase, que es de espanto es una serie de historieta humorística, que comenzó a publicarse en 1959 en la revista Pulgarcito.

Continuó en otras revistas de Bruguera: Ven y Ven (1959), DinDan (1968), Mortadelo Gigante (1974), Mortadelo Especial (1975), Zipi y Zape Especial (1978); y en Ediciones B: Mortadelo Extra (1987). En 1965, Martz Schmidt abandonó temporalmente Bruguera y la serie desapareció hasta 1971. A partir de ahí, las historietas las realizaba un equipo dirigido por Schmidt. Los alumnos aparecieron en otra historia del dibujante, Doña Urraca en el castillo de Nosferatu (1972). A principios de los ochenta, la serie desapareció definitivamente.

Continuamente malhumorado, el profesor Tragacanto tiene dos grandes obsesiones: su economía (el protagonista hace honor a la expresión "pasar más hambre que un maestro de escuela"); y su prestigio ante sus alumnos (destacan el gamberro Jaimito Buitrago; y el repelente Vicentito Fenelón); y ante Petronio, el bedel gordo y bobalicón.

El profesor Tragacanto dirige una escuela privada, y se las ve y se las desea para mantenerla a flote con las mensualidades que percibe.

Los mecanismos humorísticos surgen de la precariedad económica del profesor; de su miedo al inspector de educación; y de su adulación a Doña Dineritis para lograr recursos para la escuela.

Tragacanto rivaliza con la maestra doña Petronila, representante de la existencia en aquellos años de escuelas diferenciadas por sexos: profesora, para las niñas; y profesor, para los niños.

Además de colocar a su alumno preferido, Vicente, subido al estrado, a su diestra en una mesa rotulada con las palabras "Podium del prodigio" y "Lumbrera", los métodos del profesor dejan que desear: no son del todo violentos porque la censura no lo permitía (aunque en la realidad franquista lo fuesen); pero tampoco semejantes a los de María Montessori.

La serie sobrevivió hasta el fin de los tebeos en grapas de Ediciones B, en 1996, así que duró treinta y siete años. Se despidió con una historieta larga, inconclusa por la cancelación de la revista Zipi Zape Extra, donde se publicaba por entregas.

Dicha historieta se tituló Correrías de espanto, y su realización quedó en manos de José Luis Ardil, miembro del Equipo Martz Schmidt, que supo reproducir el estilo de su maestro. Paralelamente, Schmidt se dedicaba a la serie Deliranta Rococó, en la misma revista.

Bajo el seudónimo de Martz Schmidt se ocultaba Gustavo Martínez Gómez (Cartagena, Murcia, 1922-Barcelona, 1998). Desde muy joven, Gustavo demostró tener una aptitud especial para el dibujo, que siguió practicando incluso cuando sus estudios se vieron interrumpidos por la Guerra Civil Española. En 1940, ilustra un libro de poemas, cuyo autor le sugiere que adopte un nombre artístico. Nacerá entonces su identidad de Martz Schmidt.

En 1949, se mudó a Barcelona. Tras varios empleos, Gustavo consigue trabajo en Ediciones Clíper como ilustrador e historietista. Aparecen entonces sus primeros personajes: Toribio, Doctor Cascarrabias, Pinocho… Seguirían colaboraciones para Hispano-Americana de Ediciones, los periódicos La Prensa y Paseo Infantil, y en 1953 se integró en Editorial Bruguera, donde Schmidt reserva las barbas blancas de sus personajes a aquellos cuya profesión está revestida de autoridad: un médico, El doctor Cataplasma (1953); un maestro, El profesor Tragacanto y su clase que es de espanto (1959); y un agente de la ley (del Lejano Oeste, pero ley a fin de cuentas), El Sheriff Chiquito, que es todo un gallito (1962).

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