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Un cambio de sexo... pasado por agua

  • 'Ranma ½' (1987), de Rumiko Takahashi, trata sobre un joven que sufre una maldición, por la cual cuando se moja con agua fría, se transforma en chica, y con agua caliente, en chico

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

Entre las mangakas más populares fuera y dentro del País del Sol Naciente, Rumiko Takahashi ha sido siempre sinónimo de éxito, siendo considerada la Reina del Manga por su larga trayectoria, en la que destaca Ranma ½, una comedia romántica de artes marciales, publicada entre los años 1987 y 1996 en la revista Shukan Shonen Sunday de la prestigiosa editorial japonesa Shogakukan, y adaptado al anime en 1989, con unos más que satisfactorios resultados de audiencia. Rumiko había conseguido notoriedad en Japón gracias a las series Urusey Yatsura y Maison Ikkoku, ambas con millones de ejemplares vendidos.

La carrera de Rumiko comenzó en el año en 1975. Cuando la joven mangaka aún era estudiante universitaria, publicó su primera obra, titulada Kyojin no Hoshi. Hasta el año 1978, editó varias historietas cortas en publicaciones amateur, hasta que Urusey Yatsura fue serializada en la revista anteriormente citada, Shukan Shonen Sunday.

La autora ha destacado siempre por sus propuestas repletas de aventuras, romance y humor disparatado, siendo Ranma ½ una de sus obras más representativas y reconocibles. Rumiko se caracteriza por un estilo de dibujo claro, limpio y de trazo sencillo. Takahashi ha demostrado con creces su versatilidad y su genio. En Ranma ½, así como en el resto de sus obras, Rumiko Takahashi atrapa al lector por la capacidad de resolución de sus relatos inundados de inocentes gags, aunque algo subidos de tono, y planteamientos que rozan el surrealismo.

La serie narra cómo Ranma Saotome y su padre, Genma, han regresado de un viaje de entrenamiento a China. De nuevo en Japón, padre e hijo se establecen en el dojo de un viejo amigo de Genma, Soun Tendo, y sus hijas. Una de ellas, Akane Tendo, gran aficionada a las artes marciales se acaba convirtiendo en la prometida de Ranma, pese a la oposición de ambos jóvenes. Para sorpresa de los anfitriones, resulta que durante su entrenamiento en China, en las pozas de Zhou Quan Xian, Ranma cayó en una fuente maldita, y desde entonces, cuando se moja en agua fría, se transforma en chica. Su padre sufre la misma maldición, sólo que cuando se moja en agua fría se transforma en oso panda. No tarda en comenzar una batalla de rabietas, golpes e insultos, a causa de la impaciencia de Akane y el fuerte carácter de Ranma.

Ranma ½ no cuenta exactamente la misma historia en el manga que en el anime. De hecho, hay situaciones y personajes que son exclusivos de cada una de los dos versiones. El manga seguía publicándose cuando el anime terminó de emitirse, así que sus finales son distintos.

Otra gran diferencia está en el contenido, digamos, erótico del manga y del anime. Muchas escenas del anime fueron alteradas o eliminadas para su emisión en varios países, y aún así, la serie de televisión tuvo problemas en algunos de éstos; en cambio en el manga podemos encontrar esas escenas sin censura. Todo esto hace que gran parte de los chistes y dobles sentidos queden ocultos, con la excusa de proteger a la infancia, cuando en realidad el tono no es excesivamente elevado.

En Ranma ½, nos encontramos con que existe un muy buen equilibrio entre sus dos tramas más recurrentes: la de las artes marciales y la romántica; pero los enfrentamientos y batallas no consiguen dejar de lado en ningún momento el sentido del humor de la serie, lo cual no le resta ni un ápice de épica ni de emoción a los argumentos que maneja tan hábilmente la japonesa Rumiko Takahashi en su obra. El aspecto romántico, aunque está siempre muy presente durante toda la serie, no está abordado de una forma demasiado profunda. Esto es así porque a la autora, Rumiko Takahashi le da vergüenza dibujar las escenas románticas, y por este motivo es por lo que siempre las hace finalizar mediante un gag humorístico.

Ranma ½ llegó a España con la tímida apertura occidental a las teleseries de dibujos animados japoneses en las televisiones de Europa y de América. Desembarcó en pleno horario infantil, bastante censurado, y aún así llegó a ser todo un referente cultural y de ocio para aquella generación. Se emitió por primera vez en España por el canal privado Antena 3 Televisión.

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