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El mal que reside

  • 'Resident Evil: Marhawa Desire' (2012), de Naoki Serizawa y Capcom, es un manga que se sitúa entre la quinta y la sexta entrega de la conocida saga de videojuegos

Detalle de la portada del volumen 5 de 'Resident Evil: Marhawa Desire'.

Detalle de la portada del volumen 5 de 'Resident Evil: Marhawa Desire'.

En el año 1996 nació en Japón la saga de videojuegos titulada Biohazard, que fue rebautizada en Estados Unidos y Europa como Resident Evil (que en inglés significa el mal que reside). El gran éxito propició que a partir de los videojuegos se desarrollase una franquicia de medios, entre los que se incluyen novelas, películas, figuras de acción, guías de estrategia, etc...

Desarrollados por Capcom y creados por Shinji Mikami la mayoría, se han vendido más de 60 millones de copias de los videojuegos en todo el mundo. La trama siempre gira en torno al mismo conflicto: la amenaza bioterrorista. Un peligroso virus se ha propagado por error o intencionalmente por la Corporación Umbrella, este al infectar a los humanos, los transforma en seres monstruosos.

Resident Evil, como no podía ser de otra manera, también originó cómics. En este caso, cómics japoneses, o sea manga. En 2012 se publicó en Japón el tercer manga de la saga, una serie titulada Resident Evil Marhawa Desire, que vio la luz en la revista Weekly Shönen Champion, de la editorial Akita Shoten. Con dibujos de Naoki Serizawa, este título sirve de precuela al videojuego Resident Evil 6. Dicho manga finalizó el año 2013 y consta de un total de cinco tomos recopilatorios.

Marhawa Desire se sitúa en Singapur durante la investigación de la B. S .A. A. (Bioterrorism Security Assessment Alliance, o Alianza de Seguridad contra el Bioterrorismo) de un brote viral en una prestigiosa escuela, la Academia Marhawa. Este cómic marca el debut de Piers Nivans, que aparece en Resident Evil 6 como nuevo socio de Chris Redfield.

Una estudiante ha aparecido infectada, y todo lo relacionado con dichos incidentes fue silenciado por la directora, la Madre Gracia, que no dice nada a sus estudiantes para no desprestigiar la academia. La Madre Gracia es una monja de rostro casi inexpresivo, a la que el honor le preocupa más que la misma situación. La Madre Gracia contacta con el Profesor Doug Wright, un experto en Genética, para que investigue, y éste lleva consigo a su sobrino Ricky Tozawa, adolescente orientado al humor y al flirteo con las alumnas. La Madre Gracia no quiere que la B. S .A. A. intervenga. A pesar de eso, Doug intenta contactar con Chris Redfield, pero no lo logra.

La B. S .A. A. no tiene conocimiento sobre lo que pasa en la academia. Chris Redfield intenta contactar con Doug Wright, y gracias a las indagaciones de Merah Biji y Piers Nivans descubre que está en la Academia Marhawa. Como la academia está aislada, la única forma de contactar con él es yendo. Sin embargo, al llegar se encuentran con un brote viral y que la academia ya ha caído ante la horda de estudiantes convertidos en zombis, entre los cuales también está el Profesor Doug. Allí, Chris logra encontrar a Ricky, quien tuvo que matar al zombi del profesor, en cuya cama hay una carta de la Madre Gracia en la que ésta informa de la existencia de un helicóptero destinado para usos de emergencia.

Chris se enfrenta a Nanan, una alumna convertida en arma biológica de tipo orgánico. Los tentáculos de Nanan y su gas virulento ponen a Chris en jaque. Además, en medio de tan cruento enfrentamiento hace su aparición la causante de la pandemia en la escuela: la mujer de la capucha. La Academia es un infierno y sólo quedan cuatro supervivientes: Ricky, Chris, Piers y Merah, que intentan llegar al helicóptero descrito en la carta de la Madre Gracia. Ricky y Chris luchan contra Nanan mientras esperan que Piers y Merah acudan en su ayuda. Mientras tanto, la mujer de la capucha se interpondrá en el camino de Ricky, que intenta escapar.

Como suele ser usual en los juegos de la saga de Resident Evil, el final de esta historia se centra en la desesperación de los protagonistas por tratar de sobrevivir a situaciones imposibles. Destaca el combate contra estas armas biológicas, dejando un poco en un segundo plano a los zombies, aunque son el detonante de un conflicto de intereses. El papel de los infectados es clave, pero se trata como una enfermedad más que como una situación insostenible. No obstante, la presencia de otras criaturas más feroces tiene lugar en las fugaces escenas de acción en las que participan Chris Redfield y su equipo de manera paralela.

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