Cómics

No hay vuelta atrás

  • 'Kill or Be Killed', adictiva serie reunida ahora en cuatro tomos, es una genial vuelta de tuerca sobre la figura del vigilante en el mundo contemporáneo

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

El equipo creativo formado por el guionista estadounidense Ed Brubaker y el dibujante británico Sean Phillips es uno de los más celebrados del tebeo actual. La carrera del primero incluye éxitos como su larguísima temporada al frente del Capitán América, su Catwoman o esa maravilla que fue Gotham Central, entre otras muchas cosas, y, en la larga trayectoria del segundo, me sigue pareciendo impresionante el trabajo que hizo con Joe Casey en Wildcats.

Pero el encuentro de los dos ha demostrado ser más que la suma de las partes, y juntos han desarrollado un puñado de obras sobresalientes en el terrero del género negro. Si exceptuamos Sleeper, que fue publicada originalmente por WildStorm, los grandes trabajos del dúo han sido publicados en España por Panini. Es una lista larga, en la que destaca primeramente Criminal, quizá la obra maestra del lote, premiado en multitud de ocasiones. La serie se inició en 2006, en el sello Image, y les recomiendo encarecidamente los dos impresionantes integrales publicados por Panini.

Siempre dentro de la temática noir, son también sobresalientes Fatale (Image, 2012-2014; disponible en dos integrales) y The Fade Out (Image, 2014-2016; un solo integral). Lo primero añade el terror de tintes lovecraftianos y lo segundo nos lleva al Hollywood de finales de la década de 1940, con la amenaza comunista y las infames listas negras como telón de fondo.

En una onda más cercana a los superhéroes (como era el caso también de Sleeper), aunque sin perder la originalidad y la idiosincrasia propias de Brubaker y Phillips, tenemos Incógnito (Marvel, 2008-2011; un integral), protagonizada por un supervillano que vive como testigo protegido. Aparte de esto, Panini ha puesto a la venta últimamente dos libritos más finos, ideales para asomarse a la estética de los autores: Mis héroes siempre han sido yonkis (Image, 2018) y Bad Weekend (Image, 2019); ya les aviso que, si los leen, pronto querrán más. Y acaba de completarse Kill or Be Killed (Image, 2016-2018), una genial vuelta de tuerca sobre la figura del vigilante en el mundo contemporáneo.

Hablando de esto último, los 20 números de la serie original han sido presentados aquí en cuatro estupendos tomitos (el cuarto y último, recién aterrizado en librerías, contiene los 15 a 20, más la galería de cubiertas correspondiente).

La cosa va de un estudiante universitario, Dylan, que trata de suicidarse tirándose de una azotea, pero, camino del suelo, se arrepiente y recibe la inesperada oferta de un demonio para seguir viviendo. El precio de la broma es que debe matar a otra persona por cada mes de vida extra.

Dylan acepta el trato, decidido a matar sólo a criminales, lo que da pie al interesante dilema moral que se esconde en el corazón de la serie. A estas alturas, Dylan ya no sabe si realmente lo visitó un demonio o está sencillamente loco, y difícilmente podrá dar marcha atrás en su vida. Una lectura realmente adictiva, otra más, de dos artistas que se han abierto un hueco propio en la escena contemporánea.

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