Cultura

Hallan una firma de Miguel de Cervantes en un poder notarial del Archivo Histórico de Sevilla

  • El documento acreditaría la visita del autor del Quijote a Lucena y Jimena.

  • El autor del descubrimiento, José Cabello Núñez, ha localizado en los últimos años 16 papeles cervantinos.

El investigador José Cabello Núñez durante un ciclo dedicado al paso de Miguel de Cervantes  por Sevilla.

El investigador José Cabello Núñez durante un ciclo dedicado al paso de Miguel de Cervantes por Sevilla. / EFE

Un nuevo documento con la firma de Miguel de Cervantes ha sido hallado en los protocolos notariales del Archivo Histórico Provincial de Sevilla por el investigador José Cabello Núñez quien, especializado en este tipo de búsqueda, ha localizado en los últimos años un total de 16 papeles cervantinos.

El documento es un poder notarial con fecha de 7 de mayo de 1593 en el que Miguel de Cervantes dice ser criado del Rey, estante en Sevilla y vecino de la toledana Esquivias.

El poder lo otorga Cervantes a Pedro Ramírez, vecino de Sevilla, para que éste pudiera recibir de los vecinos de las villas de Lucena (Córdoba) y Jimena (Jaén) todo el trigo, cebada, garbanzo y otras semillas que debieran a Cervantes como comisario al servicio de Pedro de Isunza, proveedor general de las galeras de España.

Este es uno de los cuatro nuevos documentos históricos que relacionan a Cervantes con su actividad recaudatoria en Andalucía y que Cabello Núñez, archivero municipal de la Puebla de Cazalla, suma a los que ha hallado en los últimos años, entre ellos uno más con firma del autor del Quijote, cuyo hallazgo ya publicó en 2014 en revistas especializadas.

El documento firmado por Cervantes hallado ahora pudiera ser el primero que acredite su visita personal a ambas localidades andaluzas aunque el nombre de Lucena ya figuraba en la larga nómina de pueblos y lugares que se indican en la comisión que Pedro de Isunza dio a Cervantes y a Diego de Ruy Sáenz el 1 de octubre de 1591 para sacar provisiones con las que proveer a la Armada.

El documento cervantino más antiguo de los cuatro hallados ahora por Cabello Núñez está fechado en Sevilla el 15 de mayo de 1589.

Se trata de un poder notarial que Bartolomé de Llarena (o Llerena), comisario real de abastos y compañero de Cervantes, otorga al posadero y comediante Tomás Gutiérrez para que éste, en su nombre, pudiera cobrar 200 reales de plata a Domingo de Ania, un vecino de Sevilla a quien se los había prestado estando en Écija (Sevilla).

A la firma de esta escritura se hallaron presentes Cervantes y el también comisario y compañero de ambos Miguel de Santa María, quienes actuaron como testigos de conocimiento de Bartolomé de Llerena al no ser éste conocido por el escribano público.

El tercer documento, datado el 18 de octubre de 1590, es un poder notarial que Francisco Gutiérrez de Alarcón da en Sevilla a Pedro de Burgos, otro comisario real de abastos, para que éste pudiera cobrar en su nombre 2.000 reales de plata que le debía Antonio García, escribano público de la villa de Osuna.

Aquí Cervantes también interviene como testigo de conocimiento del otorgante, un papel que Gutiérrez de Alarcón desempeñará el 12 de marzo de 1591 cuando aparezca como testigo en el poder que Cervantes le otorgue al ecijano Juan de Tamayo.

Cabello Núñez ha señalado "como curiosidad" que, en este nuevo documento de 1590, el oficial de la escribanía yerra al oír y escribir el primer apellido de Cervantes, reflejando su nombre completo como "Miguel Hernández de Saabedra, comisario de Su Majestad".

El cuarto y último documento cervantino hallado ahora por Cabello Núñez está datado en Sevilla el 31 de agosto de 1593.

Es un requerimiento que el comisario Diego López Delgadillo, vecino de la localidad cordobesa de Cabra, amigo y compañero de fatigas de Cervantes, hace al escribano público para que éste pida a Martín de Arriaga, el pagador general de las galeras, que le informe sobre cuándo haría efectivo el pago a los Ayuntamientos y vecinos de las villas cordobesas de Puente de Don Gonzalo, La Rambla, Cabra y Espejo del dinero que entre los años 1590 y 1592 diversos comisarios habían comprometido para satisfacer el valor del trigo, la cebada y el cáñamo recogido en ellas.

En esta relación consta que en 1592, Miguel de Cervantes, entonces a las órdenes de Isunza, obtuvo del Ayuntamiento de Espejo 110 fanegas de trigo y 30 de cebada, por las cuales debía pagarle 1.720 reales.

Este documento, según el investigador, acreditaría otra visita hasta ahora también desconocida del escritor a Espejo, donde años atrás, en 1587, ya había estado ejerciendo sus funciones de comisario al servicio de Antonio de Guevara.

Desde el 2014, Cabello Núñez ha localizado, también en el Archivo de Indias y en el de Protocolos de Morón, un total de 16 documentos cervantinos que ubican al autor del Quijote en distintas localidades jiennenses, cordobesas y sevillanas en los años 1588, 1592, 1593, 1594 y 1596, revelando también que tuvo una relación personal con la bizcochera sevillana Magdalena Enríquez, común amiga y vecina del autor de comedias y posadero sevillano Tomás Gutiérrez de Castro.

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