Cosas | Ctítica

Estampas de la tierra umbría

  • Libros del Asteroide publica  este 'Cosas' de Castelao, feliz mezcla de relatos e ilustraciones, obra de uno de los grandes autores gallegos del siglo XX, estrechamente vinculado a la cultura galaica. 

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (Rianxo, 1886-Buenos Aires, 1950)

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (Rianxo, 1886-Buenos Aires, 1950)

Decía Cunqueiro, uno de los grandes escritores del XX, que Galicia, que los gallegos, eran el pueblo más espiritual de Occidente. Esto lo mantenía don Álvaro recordando el milenario flujo de fábulas y anhelos con que se empedró, un alma sobre otra, el largo camino hasta Santiago. Esto mismo es lo que encontrará el lector en estas Cosas de Castelao, nacido al siglo como Alonso Daniel Rodríguez Castelao, veinte años después de que lo hiciera Valle, y veinticinco años antes, sobre poco más o menos, de que Cunqueiro asomara su melancolía por Mondoñedo. A esto se añade, como nos recuerda Domingo Villar en su prólogo, los plurales talentos que adornaron a Castelao, el menor de los cuales no fue, desde luego, su habilidad pictórica, como tendrán ocasión de comprobar quienes se adentren es estos cuentos galaicos, ilustrados con profundidad y vigor, con cierto impulso solanesco, por el propio autor de estas páginas.

En la escritura de Castelao cobra superior relevancia la cuestión de los ausentes

Castelao, como es sabido, se significó políticamente en defensa de un galleguismo de carácter social. Un galleguismo del que también participó Cunqueiro, tiempo más tarde, y que se malogró con la llegada de la Guerra Civil. Lisón Tolosana, el antropólogo, tiene muy estudiado ese universo rural en el que se alumbra la obra de Valle, de Castelao, de Cela, de Cunqueiro, de Torrente, de doña Emilia Pardo Bazán, de Ánxel de la Cruz, de tantos otros, en el que cobra superior relevancia la cuestión de los ausentes: ya sean los ausentes de la mar, embarcados contra la ferocidad de las aguas; ya sean los obligados huéspedes de la Santa Compaña, cuya espectralidad es, no obstante, una espectralidad amable y decidora; ya sean los emigrados a la otra punta del mundo, cuya acerba o feliz realidad, la figura del indiano, llenan también estas excelentes estampas, hijas de una poesía humanísima y cordial, y escritas con una indudable altura lírica.

Hay también, por esto mismo, y heredero de muchos siglos atrás, la esperanza de desenterrar un cofre o un caldero de oro, siempre de tiempo de los moros, pero cuya realidad histórica, como sabemos, fue romana. En esa esperanza de lo improbable, más la alegría o la tristeza de los días feriados, viven estos personajes de Castelao, con el mar y los caminos, con el rumor del bosque, como silenciosos compañeros, como expresivas sombras de lo humano.

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