Cultura

Giménez Bartlett conquista el Planeta con una novela "social"

  • La creadora de Petra Delicado logra el galardón con una historia de crisis en la que un hombre en paro acaba dedicándose a la prostitución. El cineasta Daniel Sánchez Arévalo es el finalista.

El jurado del LXIV Premio Planeta ya señaló en la víspera de la entrega que la crisis y sus efectos devastadores se reflejaban, como inquietud ineludible de los autores, en las obras que se habían presentado al galardón. La novela con la que Alicia Giménez Barlett, Hombres desnudos, se hizo ayer con el reconocimiento no es una excepción: en la obra, la autora se adentra en el ámbito de la prostitución masculina a través de la peripecia de Javier, un profesor de Literatura en paro que opta por una solución desesperada ante la falta de oportunidades para llevar adelante su vida.

Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) explicó tras anunciarse el fallo del premio, dotado con 601.000 euros, que se trata de una novela que refleja "cómo hombres jóvenes han podido perder su trabajo aun estando muy cualificados, y han acabado bailando desnudos". "La sociedad no es monolítica, tiene muchos matices; por ejemplo, hay mujeres que han triunfado pero no tienen ningún compromiso. Puede ser que esté mal visto, pero es una novela social", dijo la escritora en una cena en el Palacio de Congresos de Cataluña a la que asistieron anoche autoridades políticas como la ministra de Fomento, Ana Pastor, el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, y su conseller de Cultura, Ferran Mascarell, junto con el líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Giménez Bartlett dedicó su triunfo a "esa red cotidiana del camarero que te sonríe por la mañana, el que te deja pasar..., porque hay un montón de gente amable con la que te encuentras de manera superficial pero que te ayuda. A mí me ayuda". La narradora celebró que 2015 ha estado plagado de triunfos para ella. "Empezó con el Premio Pepe Carvalho, luego me dieron el premio de los libreros de Euskadi, y más tarde el José Luis Sampedro. Y ayer me llamaron del supermercado donde suelo comprar y me dijeron que me había tocado un secador. Cuando en España premian tanto a alguien, es que le quedan cuatro días", bromeó.

Con esta ficción, la madre de Petra Delicado, la investigadora que ha protagonizado diez de sus títulos y que regresó a las librerías este mismo año con el conjunto de relatos Crímenes que no olvidaré, vuelve a separarse del personaje que le dio la fama. Lejos de la novela negra, un género cuyo cultivo le ha reportado galardones como el Grinzane Cavour en Italia o el Raymond Chandler en Suiza, Giménez Bartlett se ha mostrado como una narradora versátil capaz de ahondar en la compleja personalidad de Virginia Woolf -lo hizo en la novela Una habitación ajena, donde contaba la tensa convivencia de la escritora con su criada, Nelly-, reflexionar sobre el desencanto de una generación que quiso ser idealista -Secreta Penélope- o la fragilidad de las parejas frente al deseo, que abordó en Días de amor y engaños.

Su consagración llegó en 2011, cuando se alzó con el Premio Nadal por una historia que recuperaba el mundo de los maquis y la figura de Teresa Pla Meseguer, La Pastora. Doctora en Literatura Española por la Universidad de Barcelona, reside en la capital catalana desde los años 70.

Por su parte, el finalista del Planeta volvió a ser un profesional del cine, dos años después de que la directora y ex ministra de Cultura Ángeles González-Sinde lo fuera con su obra Un buen hijo. En esta ocasión, es el guionista y realizador Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) quien logra los 150.250 euros del premio por su novela La isla de Alice. Aunque su faceta como escritor no ha tenido aún una gran proyección, Sánchez Arévalo ya había publicado el libro infantil La maleta de Ignacio Karaoke y la novela 31 de junio de 1993, que inspiraría su película AzulOscuroCasiNegro (2006), con la que se consagró y que le llevó a conseguir el Goya al mejor director novel. En su filmografía, que completan Gordos, Primos y La gran familia española, revela su interés por personajes corrientes que pelean por ganar batallas cotidianas, a los que observa con compasión y humor. Celebrado cortometrajista antes de pasarse al largo, es hijo del dibujante e ilustrador José Ramón Sánchez y de la actriz Carmen Arévalo.

El autor madrileño señaló que La isla de Alice, donde narra la historia de una mujer que investiga la muerte por accidente de su marido, iba a ser en un principio un guión con el que él pensaba protagonizar su "gran salto al cine americano, dado que la protagonista es una persona estadounidense"; hasta que un buen amigo suyo le recomendó que le diera forma de novela para superar el bloqueo que ese proyecto de guión le estaba causando. "Para mí lo importante es contar historias", dijo Sánchez Arévalo sobre los distintos lenguajes en los que se expresa. "La literatura es un arte mayor, me considero guionista y director, y me cuesta decir que soy escritor", admitió.

A la sexagésimo cuarta edición del premio, el de mayor dotación económica de las letras en español, y que ha estado inevitablemente marcada por la ausencia del editor José Manuel Lara Bosch, fallecido el pasado mes de enero, se presentaron un total 486 novelas, sobre las que decidió un jurado compuesto por Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios