Cultura

Libertad en el desierto

  • Alfaguara publica 'Días de Nevada', un relato entre la realidad, el sueño y los recuerdos con el que Bernardo Atxaga ganó el último Premio Nacional de la Crítica de narrativa en euskera.

Días de Nevada. Bernardo Atxaga. Alfaguara. Madrid, 2014. 405 páginas. 19,50 euros

"Este es un estado que creció gracias a cuatro cosas. El divorcio, el juego, la prostitución y la minería de oro y plata". El dato, que podría inspirar varias películas -y cuyo latido alcanza a Vidas rebeldes (The Misfits), la última cinta que rodaron Marilyn Monroe y Clark Gable en este paraje desértico- , es uno de los primeros que retendrá el lector de Días de Nevada, el fascinante dietario disfrazado de novela -y viceversa-con el que Bernardo Atxaga escala de nuevo las mejores cimas de su producción. La obra, galardonada con el último Premio Nacional de la Crítica de narrativa en euskera -Rafael Chirbes y Antonio Hernández se llevaron los galardones de novela y poesía en lengua castellana- recoge la estancia del autor junto a su esposa y dos hijas en Reno entre agosto de 2007 y junio de 2008. Es un libro muy personal, probablemente el más íntimo entre los suyos, donde Atxaga mezcla sus peripecias estadounidenses con sueños y evocaciones en los que aparecen de modo claro los temas de la enfermedad y la muerte.

En un momento en que muchos autores europeos viajan a las universidades americanas a impartir talleres o a disfrutar en ellas de estancias creativas, y se sumergen con mayor o menor fortuna en la maraña endogámica de los campus, Atxaga (Asteasu, Gipuzkoa, 1951) aborda su periplo con un ánimo zoológico y botánico, atento a un paisaje árido y aparentemente hostil que, página tras página, a fuerza de fijar en él la mirada, va revelando sus secretos. Arañas negras, mapaches, artemisas en flor, un célebre fósil de ictiosauro... conviven en sus páginas con muchos personajes reales e históricos que buscaron inspiración, evasión y hasta sufragios en estos parajes, como Arthur Miller o Hillary Clinton en los días en que disputaba a Barack Obama el liderazgo del Partido Demócrata.

Atxaga, que presentó Días de Nevada (Alfaguara) en esta edición de la Feria del Libro de Sevilla, lleva casi 40 años en el mundo de la literatura -empezó a escribir a los 21- y recibir el Premio Nacional de la Crítica le ha supuesto "un gran empujón, como si fuera uno de esos ciclistas a los que un aficionado les echa agua cuando suben las cuestas. Porque escribir para mí tiene que ver con el estado de ánimo. Es un riesgo quedarte sin ganas y estos premios te animan a ver que queda aún carretera, son una pequeña dosis de alegría para seguir", explica a este medio.

En el camino híbrido entre la crónica y la ficción novelesca por el que opta en este libro, senda transitada con éxito por otros autores de su generación como Enrique Vila-Matas (1948), Atxaga libera un interés por formas no convencionales de narración que, asegura, le acompaña "desde siempre". "Hace años publiqué en Siruela un libro muy raro de encontrar ahora pero que tiene sus devotos, Lista de locos y otros alfabetos, donde usaba el alfabeto como motivo y estructura. En Días de Nevada también ensayo cómo narrar de otra manera pero de un modo más discreto; presento una sucesión de piezas en la que una metáfora sucede a otra, una acción a otra... intercalando una serie de repeticiones y elementos comunes que son los que le dan unidad al texto".

Entre esas imágenes recurrentes descuellan las dedicadas a la desaparición del padre y de la madre, a las que tanto debe el fondo poético general del libro. "Me interesaba mostrar cómo construimos las biografías de nuestros progenitores para que quede una imagen de ellos después de la muerte".

Las emociones que alguna vez impactaron a Atxaga cumplen así un papel principal en esta obra donde la irrupción del monstruo King Kong -"que con un último esfuerzo depositó en el suelo a la muchacha que tenía en su zarpa"- le sirve para explorar los gestos de nobleza de quienes presienten que su final está cerca.

Podría decirse, sin exageraciones, que Atxaga sigue siendo ante todo un poeta. Él no se incomoda con esa etiqueta. "En el origen de todo libro, ya sea novela, ensayo o poesía, hay algo que podemos llamar tranquilamente y sin exageración su núcleo poético, que es al mismo tiempo algo físico como lo son los paisajes, la marca del autor, el estilo. No hace falta leer mucho, basta comparar las diez primeras páginas de diez escritores para percibir que hay una persona distinta detrás. Tiene que ver con el ritmo de la persona, con lo que llamamos en general una visión del mundo, una especial percepción, algo que es particular. Un amigo con el que fui al colegio y más tarde a la Universidad tenía una mano quemada. Ha sido, curiosamente, el más feliz de nuestra cuadrilla. En cualquier situación, ya fuera en la clase o en el tren, él siempre detectaba a otro que tenía su mismo problema. Si lo generalizamos, todos tenemos nuestra percepción, nadie ve lo mismo cuando mira una montaña y algunos no la ven porque existe además el ciego ante todo, el insensible".

En Días de Nevada, al igual que en sus mejores versos -su primer poemario, Etiopía, data de 1978- el desierto aparece una y otra vez. "Como las plantas tienen tropismos tú tienes una mirada y eso está en el fondo de cada libro y es lo que hace que valga la pena leerlos. Yo me divierto con mil cosas y nunca leería un libro por entretenerme. Lo que busco y deseo es que el libro tenga esa visión poética, es lo más importante, aunque luego con ella el autor construya sonetos, novelas o ensayos".

Atxaga celebra además los 25 años de la aparición de Obabakoak (1989), su sugerente y laureada mezcla de recuerdos e historias fantásticas. Alfaguara ha vuelto a publicar la novela en un volumen conmemorativo que estrena las ilustraciones de Marta Cárdenas, artista y esposa del compositor Luis de Pablo. "Esta edición me ha hecho muy feliz y me alegra que los lectores me comenten que la libertad creativa de de Obabakoak , donde todo avanzaba de modo suelto, libre e imprevisible, se percibe también en Días de Nevada".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios