De libros

El mundo de las letras despide a Ana María Moix, "lúcida, clara y rebelde hasta el final"

La escritora y poeta Ana María Moix, integrante y única mujer del canon poético promocionado por Josep María Castellet de los Nueve Novísimos y fallecida la noche del viernes a los 66 años a causa de un cáncer, fue recordada ayer por el mundo de las letras españolas como una persona "lúcida, clara y rebelde hasta al final", como dijo Maruja Torres, amiga de "La Nena" (como la conocían sus más íntimos) desde la adolescencia, quien también añadó: "Lloradla si queréis, pero sobre todo leedla".

El fundador de Anagrama, Jorge Herralde, destacó su faceta de "agitadora cultural de una ética ejemplar". "Aunque era jovencísima, estaba apadrinada por su talento por Josep María Castellet y Carlos Barral y también por Esther Tusquets", recordó el influyente editor sobre sobre esta "figura insólita", siempre "en contra de las políticas facilonas" de las editoriales que "sólo buscan ganar dinero", como señaló por su parte su compañero novísimo Luis Antonio de Villena. Otro poeta, Antonio Colinas, destacó su perfil humano: Moix fue una "excelente persona", algo que "no siempre" ocurre en el mundillo editorial. Y además de eso fue "una de las primordiales escritoras españolas", afirmó.

La libertad de esta representante de la gauche divine barcelonesa, autora de los poemarios Call me Stone o Baladas del Dulce Jim y de Julia, Ese chico pelirrojo a quien veo cada día, Vals negro o Manifiesto personal dentro de su obra narrativa, fue siempre "innegociable", destacó la periodista y traductora Pilar del Río, también viuda de José Saramago.

En el plano institucional, también el ministro de Eduación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quiso dedicar unas palabras a una escritora, dijo, de "gran fuerza crítica y agudo talento", lo que la convirtió en "un referente de las letras catalanas y españolas".

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