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La detective Ruiz crece

  • Andreu Martín, veterano del policíaco español, narra la segunda entrega de la singular colección 'SeisDoble' que protagoniza la joven investigadora.

El escritor Andreu Martín (Barcelona, 1949).

El escritor Andreu Martín (Barcelona, 1949). / julián martín / efe

Andreu Martín (Barcelona, 1949) se enfrenta al sugerente reto de narrar las aventuras de la detective Sonia Ruiz en El lado oscuro, segunda entrega de ese curioso y arriesgado experimento que puso en marcha hace un año Menoscuarto Editores con su colección de novela negra SeisDoble. A diferencia de otras series de este tipo, la editorial no se planteó dar cabida en ella a novelas de diferentes autores, sino que apostó por invitar a varios escritores a crear y perfilar un personaje que cada uno de ellos tiene que desarrollar en diferentes aventuras, cada una de las cuales, como en el juego del dominó al que hace alusión el nombre de la colección, debe apoyarse en la anterior.

La primera entrega corrió a cargo de un dúo integrado por el experimentado autor Lorenzo Silva y la joven escritora Noemí Trujillo. Ellos fueron los encargados de crear y echar a andar a la criatura. Contaron, desde este punto de vista, con cierta ventaja: la de partir desde cero con las aventuras de esta intrépida, algo torpe y un poco alocada detective en ciernes que se ve envuelta en una serie de acontecimientos que la sobrepasan. Los lectores de esta primera novela, Nada sucio, se enfrentaron al nacimiento de una detective a la que costaba creerse del todo. Su origen como aspirante a resolver problemas ajenos era algo dudoso: treintañera recién separada y sin trabajo decide emprender la carrera de detective para sobrevivir. Tampoco acababa de convencer su ayudante desinteresado, Pau, un joven de veintitantos años del que ella había sido canguro y que mantenía con nuestra heroína una estrecha amistad que en algunos momentos parecía ir más allá. En cierto momento de la novela, Pau acaba cobrando mayor protagonismo que la propia detective, toma las riendas de una aventura que se complica de manera insospechada y acaba resolviéndola a su manera en detrimento de Sonia, que no acaba de completar su primer caso por ella misma.

Apoyado irremediablemente en este material, Andreu Martín asume la nada desdeñable misión de continuar la serie y consigue levantar una novela sin fisuras que engancha al lector desde la primera línea y que lo coloca en el disparadero dispuesto a seguir a Sonia Ruiz por los vericuetos de una aventura que no es solo una historia más de detectives, sino que deambula doblemente por ese lado oscuro al que hace alusión el título: por un lado, el margen oculto de internet, en el que nuestra detective se mueve para encontrar a sus clientes, pero también el de esa cara oculta del poder en la que se lavan los trapos sucios a golpe de asesinatos sin investigar, en la que se desenvuelven personajes impunes que campan a sus anchas en un mundo sin límites ni leyes.

Martín convierte a la inofensiva Sonia en una mujer fuerte capaz de tomar sus propias decisiones y arriesgar para resolver un caso en el que acaba sintiéndose implicada, más allá de las ganancias económicas que le pueda reportar. La vemos en la primera escena bajando por las letras del rótulo de la fachada de un hotel mientras se aleja de la arriesgada situación que ella misma ha creado en la azotea de un edificio para hacerle "un favor" a su amigo "el joven, atlético, sonriente y seductor inspector Palacín de la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado", que se va a convertir en parte importante de la historia. El ritmo se mantiene página tras página.

En El lado oscuro el joven Pau, que comparte casa con Sonia mientras se enreda en su particular cruzada por desenmascarar los trapos sucios del CNI, donde trabaja, tiene una segunda oportunidad y gana en rotundidad. También Martín le da a Pau y a Sonia una segunda oportunidad como pareja posible, al menos la tensión sexual entre ellos se hace más que evidente. También la complicidad entre los dos, aunque en esta ocasión Sonia está más en su papel de mujer madura capaz de afrontar con decisión y con más intuición que verdadero conocimiento los retos que se le ponen por delante.

El autor se las ingenia para hacer confluir con solvencia dos tramas imponentes: la del caso que intenta resolver Sonia -un aparente asunto de cuernos que acaba destapando una red de blanqueo de capitales- y el dilema personal en el que se ve envuelto el íntegro Pau cuando casualmente descubre a su jefe en actividades ilícitas. Ambas tramas acaban teniendo consecuencias insospechadas.

En El lado oscuro las aventuras de la detective Ruiz ganan en intensidad y en profundidad. El autor pone en juego toda su experiencia para cerrar una historia con la que asegura haberse divertido. Se nota. Hay en ella humor e ironía, escenas de riesgo físico y de sexo explícito. Y en ningún aspecto se adentra en las aguas quietas de lo políticamente correcto. Arriesga y convence. Martín le ha dejado el listón muy alto a su sucesor en esto de seguir dando vida a la vital y deslumbrante Sonia Ruiz. Quedamos a la espera.

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