Cristina López Barrio. Escritora

"Me gustan las mujeres fuertes, que no esperan para ser salvadas"

  • 'Tierra de brumas', la tercera novela de la autora madrileña, se adentra en la Galicia más mágica para darle una vuelta de tuerca a los cuentos de hadas.

Reza el popular dicho que a pesar de que no se crea en las meigas haberlas, haylas. Una frase tras la que parece esconderse ese carácter a veces incrédulo y a veces místico que envuelve a Galicia y sus gentes y en el que la escritora madrileña Cristina López Barrio ha querido ambientar su tercer libro, Tierra de brumas. "Me resulta más fácil escribir sobre un lugar cuando siento que existe un vínculo emocional. De Galicia siempre me ha enamorado ese mundo de fábula, de leyenda, e incluso su naturaleza indómita consigue hacer que me sienta mucho más viva", explica la autora, quien además afirma cierta influencia del realismo mágico en su novela. "He leído mucho a García Márquez y a Juan Rulfo y al escribir afloran las influencias. De ellos me gusta esa prosa poética que crean, tan sensorial. Soy una persona con mucha tendencia a la fantasía y por eso también me atraen novelas como El señor de los anillos o Juego de tronos".

Tierra de brumas cuenta la historia de Valentina, una niña de once años que al quedar huérfana se ve obligada a abandonar su Habana natal para ir a vivir a Galicia junto a su abuela, Bruna Mencía, Marquesa de Novoa, quien pretende convertir a su nieta en heredera de la dinastía. "Se da un contraste entre dos mundos. Por un lado está esa Cuba exótica y comunista de Valentina y por otro el pazo majestuoso pero decadente en el que vive Bruna, encerrada en un reinado ficticio que ella misma se ha creado", señala López Barrio. Es un reino imaginario porque las Mencía provienen de un origen pobre, humilde y marcado por el destino. "Así somos las Mencía, niña, apréndelo cuanto antes, o eres loca o reina o santa o borracha", le advierte Bruna a su nieta nada más conocerla. "Es el fatalismo de la tragedia griega, debatirse entre seguir al destino o luchar por el libre albedrío. En La casa de los amores imposibles, mi primera novela, el destino venía condicionado por una maldición. Ahora lo que determina sus vidas es la tradición familiar y los convencionalismos sociales".

Pero el destino no es el único elemento que coincide con sus anteriores novelas. En esta ocasión también son las mujeres las protagonistas de la historia. "Me gusta que en mis novelas aparezcan mujeres fuertes, que luchan por sí mismas y no esperan que nadie venga a salvarlas. Quizás el uso del clan femenino sea un reflejo de mi vida, pues vengo de una familia en la que casi todo son mujeres. Aunque en esta historia también he querido que hubiese voces masculinas que le diesen la réplica a las Mencía, que se estableciese un diálogo".

Cuenta López Barrio que para escribir Tierra de brumas se inspiró en la tragedia de Macbeth. "Si el primer elemento para formar la historia fue el paisaje, Galicia, el segundo fue la lucha por el poder. A Macbeth son tres brujas las que le anuncian que va a ser Rey de Escocia, y a Bruna es una meiga la que le desvela su futuro. Eso hace que se despierte la ambición en la niña, abandone el bosque que tanto ama y luche por que la profecía se cumpla. Siente además la presión de su tía Angustias, inspirada en Lady Macbeth, quien no para de repetirle que tiene que sacarlas de la pobreza y subir peldaños en la escala social. Pero ese ascenso que la llevará a lo más alto significará el descenso moral y el destierro a la soledad".

Será Valentina, su nieta, quien pueda rescatarla de esa tragedia. "Para ella Galicia es como el País de Nunca Jamás. Es el escenario de los cuentos que le contaba su madre y su abuela Bruna era como la madrastra de Blancanieves. Cuando la niña queda huérfana no le queda otra opción que afrontar esos miedos para poder madurar y eso significa descubrir que su abuela no es una madrastra malvada, sino una persona real, de carne y hueso, solitaria, que la necesita. Es la redención del cuento de hadas".

Además de Shakespeare y los cuentos clásicos, la escritora ha querido hacer un guiño a otros grandes hitos de la literatura universal. "El romanticismo está presente en la historia, con ese ambiente brumoso de cementerio. También he querido homenajear a Edgar Allan Poe. Uno de los capítulos, el de la muerte de Marina la Santiña está inspirado en su relato Ligeia. Y la figura del fotógrafo Robert Capa también se refleja en uno de los personajes".

Cristina López Barrio proviene de una familia de abogados. "Aunque siempre me había gustado escribir mi padre quería que estudiase una carrera con la que pudiese ganarme la vida. Así hice y durante muchos años ejercí como abogada. Pero llega un momento en el que si la vocación es fuerte se vuelve hacia ella", y así, al igual que sus personajes, López Barrio se hizo con las riendas de su destino.

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