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Desafío mundial

Desafío mundial

Desafío mundial

Las dos últimas campeonas del mundo, Francia y Alemania, debutan en la Eurocopa 2020 en un partido en el que se espera un pulso entre el brillo de los franceses, conducidos por Kyllian Mbappé, y el espíritu colectivo de una Alemania en renovación.

Francia, por su condición de vigente campeona universal, por lo mostrado recientemente y por su tremenda plantilla, parte como favorita en un partido que tiene mucho de clásico del fútbol europeo y mundial. Comienzo tremendo para ambos.

Sin embargo, los alemanes, campeones mundiales en Brasil 2014, suelen crecerse en los torneos -Rusia 2018 fue una excepción- y sobre todo suelen sacar lo mejor de sí justo ante rivales de gran envergadura.

"Sobre el papel Francia es más fuerte, pero sólo sobre el papel. Ellos pueden ser tranquilamente favoritos, tienen grandes delanteros. Nosotros tenemos que ser agresivos y marcar terreno. Estamos preparados", dijo el defensa alemán Antonio Rüdiger en lo que puede ser visto como un aviso a los franceses.

No se trata, dijo, de intercambiar amabilidades ni jugar "bello y bonito" y usó una palabra alemana -"eklig"- para describir la actitud que había que tener que sólo se entiende en el contexto .

La traducción literal sería "asquerosos", pero eso es algo que ese contexto no se usa en español. A lo que apunta es que Alemania debe ser incómoda, desagradable y, dijo, "dejar marcas" a lo largo del partido.

"Cada uno juega con sus armas. Nuestras armas son asociarnos y jugar nuestro fútbol. Si sus armas son otras ellos recurrirán a ellas. Seguimos concentrados en nuestra preparación, analizaremos sus virtudes y sus debilidades", dijo Kylian Mbappé en lo que puede ser visto casi como una respuesta a Rüdiger.

Mbappé tambien se refirió al espíritu colectivo alemán como una especie de seña de identidad. "Es un equipo, una nación que siempre ha sabido crear un colectivo fuerte y que ha mantenido una identidad", explicó.

A esa apuesta por el colectivo también se ha referido el defensa alemán Mathias Ginter. "Lo más importante es ser un grupo de conjurados dentro y fuera del campo", dijo en declaraciones a la revista Kicker.

En lo táctico es posible que en el campo haya un enfrentamiento de dos esquemas diferentes. El seleccionador francés, Didier Deschamps, suele apostar por un 4-4-2, en el que es de esperar a Karim Benzema -recuperado de un golpe en el amistoso ante Bulgaria- y a Mbappé adelante y a Griezmann en la mediapunta.

La Alemania de Joachim Löw, por su parte, viene ensayando con un 3-4-3 relativamente flexible de acuerdo a las exigencias que presente el partido.

Los dos esquemas pueden llevar a que en el campo se presenten asimetrías en la ocupación de espacios que puede conducir a variantes ofensivas que pueden sorprender a uno u otro equipo.

En Alemania ha habido una discusión sobre una posible variante sacrificando uno de los hombres de ataque, incluyendo a Klostermann como lateral derecho y desplazando a Kimmich al centro, como una especie de guardaespaldas de Kroos y Gündogan.

Sin embargo, en los ensayos públicos que se han hecho ha aparecido Kimmich como lateral derecho.

Aunque Alemania ha sido un dolor de cabeza para Francia en los campeonatos del mundo, la ha apeado en dos ocasiones en semifinales y una vez en cuartos de final, los últimos partidos se han saldado con victorias para los franceses en la Liga de Naciones en 2018, por 2-1, y en la semifinal de la última Eurocopa por 2-0.

Didier Deschamps prepara el último entrenamiento en el Allianz Arena.

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