La selección española superó su primera final para poder acceder a la segunda fase del Mundial de Egipto, tras imponerse por 26-27 a Polonia, en un choque en el que volvió a pagar sus dificultades en el juego ofensivo.

Si ante Brasil dejó escapar una renta de seis goles en la segunda mitad, esta vez dilapidó los cinco tantos (13-18) que poseía a los cinco minutos del segundo periodo.

Una sequía goleadora que llegó como consecuencia de que el equipo español se estrellara una y otra vez contra el portero polaco Adam Morawski, que cerró el choque con más de un 40% de paradas.

Errores que condenaron a España a un nuevo agónico final de partido, en el que a diferencia de lo ocurrido ante el equipo sudamericano en el estreno mundialista, sí hizo valer esta vez su mayor experiencia competitiva.

Agarrados constantemente por los defensores polacos, los de Jordi Ribera sufrieron lo indecible para hacer llegar el balón a los extremos, el mejor camino dada la sobredosis de kilos y centímetros que luce Polonia en el eje de su defensa. Problemas ofensivos que los Hispanos no fueron capeces de resolver ni en superioridad numérica. Una circunstancia a la que se unió la irrupción del guardameta polaco, que si en el partido con Túnez no firmó ni una sola parada ya contabilizaba seis en los primeros 20 minutos de juego.

Unos problemas que España logró resolver con la entrada a la pista de Raúl Entrerríos, que desatascó el ataque español. Sólo con él sobre la pista logró aprovechar la España nueva superioridad numérica que gozó a falta de menos de ocho minutos para la conclusión del primer tiempo.

Dos sensacionales pases del capitán español permitieron al extremo Ferrán Solé y al pivote Adrià Figueras sumar dos tantos, que posibilitaron, por fin, a España abrir una pequeña brecha (9-12) en el marcador y que mantuvo al descanso (11-14).

La ventaja aumentó en el arranque de la segunda mitad con dos nuevas dianas, que permitieron a España ponerse con una diferencia de cinco tantos (13-18) en el marcador.

Pero ni aun así logró romper la contienda el combinado español, que pese a las paradas de Corrales, siguió teniendo muchos problemas para contener a los rivales cuando llegaban al área española en transición. Hecho que permitió a Polonia, aprovechando una exclusión de Viran Morros, meterse de lleno otra vez en el partido, tras reducir su desventaja a tan sólo un gol (18-19).

Pero ni la solicitud de calma del preparador español evitó la remontada del conjunto polaco, que con un parcial de 8-2 en diez minutos se situó a frente de la contienda (21-20).

Una delicadísima situación que España logró salvar gracias a dos nuevas exclusiones del conjunto polaco, que permitieron a los de Jordi Ribera tomar de nuevo la iniciativa (22-24) en el marcador. Resultado que llevó a Polonia a jugar con siete jugadores en ataque, una fórmula que le permitió lograr una nueva igualada (25-25).

Pero España tiró de experiencia y de madurez competitiva como demostró Joan Cañellas que a falta de un minuto y medio para la conclusión estableció con un magnífico lanzamiento el 25-27, que ya hizo inútil el posterior tanto de de Olejniczak.