Triatlón

Gómez Noya: "No pienso en Juegos; lo importante es que el mundo se normalice"

  • El confinamiento lo mantiene a él en una punta del globo terráqueo y a su esposa, la también triatleta Anneke Jenkins, que es neocelandesa, en la otra

Javier Gómez Noya, en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla

Javier Gómez Noya, en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla / Belén Vargas

Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón del mundo de la historia del triatlón, cuatro veces oro europeo, plata olímpica en los Juegos de Londres 2012 y Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2016, es una de las grandes figuras del deporte español. Desde su confinamiento en Pontevedra, el gallego comenta cómo percibe la crisis de la pandemia del coronavirus, que afecta no sólo a sus planes olímpicos, sino también, entre otros, a los del Ironman de Kona (Hawai); y que lo mantiene a él en una punta del globo terráqueo y a su esposa, la también triatleta Anneke Jenkins, que es neocelandesa, en la otra.

-¿Qué pensó al conocer el aplazamiento de los Juegos de Tokio 2020?

-Pues el aplazamiento me parece lógico, dadas las circunstancias tan especiales que se están viviendo en todo el mundo. No era ni seguro ni justo que se hicieran este año. Esperamos que el próximo año se puedan hacer con la gente preparándose lo mejor posible y que todo el mundo pueda ir en buenas condiciones.

-Dijo, en octubre, que con 37 años se podía luchar por el oro olímpico en Tokio. ¿Se podrá con 38?

-Sí. Se puede ir a por el oro con 37 y se puede con 38. Pero depende de cómo me plantee las cosas. Todavía es muy pronto para decir cómo voy a afrontar esa preparación. Me gustaría saber si va a haber carreras este año, si no; en qué momento estamos de preparación; si es mejor descansar y luego volver otra vez, ya pensando en los Juegos... no lo sé. Pero la edad no la veo como un factor importante. Aunque si pudiera tener 25, mejor. De 37 a 38 no hay ninguna diferencia, más que seguir cuidándose e intentar no lesionarse, para poder estar al 100%.

-¿Cómo vivió las jornadas previas, cuando no se sabía aún si se mantendrían o no los Juegos?

-Las jornadas previas las viví tranquilo. En general, cuando las cosas no dependen de mí y no hay nada que pueda hacer al respecto estoy bastante tranquilo, para bien o para mal. Yo creo que todo el mundo preveía que los iban a aplazar. Por mucho que decían que los deportistas siguieran entrenando, cuando era inviable para la mayoría de nosotros. No tenía mucho sentido que se mantuvieran, dadas las circunstancias. Y, bueno, estaba tranquilo; entrenando en casa lo que podía, básicamente.

-Sus planes olímpicos, ¿siguen intactos?

-No sé si siguen intactos mis planes olímpicos. Ha cambiado el escenario y ahora estamos a quince meses para los Juegos; y hay que tomarse las cosas con calma, pero antes hay que saber si vamos a tener carreras esta temporada. No pienso demasiado aún en los Juegos. Lo más importante es que el mundo vuelva a su normalidad, que este problema lo podamos superar; y, luego, ya pensaremos en el deporte.

Javier Gómez Noya. Javier Gómez Noya.

Javier Gómez Noya. / ITU

-Había otros asuntos en sus planes. ¿Qué pasa ahora con el Ironman de Kona (Hawai)? Había logrado la clasificación directa, después de ganar en octubre un Ironman de Malasia.

-Con el Ironman de Kona es un poco lo mismo. Tampoco se sabe si va a haber... el proceso de clasificación se verá muy afectado porque todas las carreras clasificatorias se están suspendiendo. Así que en caso de que se pudiera hacer Kona en octubre no sé con qué criterio podría ir o no la gente. Pero bueno, lo mismo: estoy a la espera de que Ironman anuncie un poco lo que va a hacer. Y en función de lo que hagan Ironman y la ITU (la Federación Internacional) tomaré yo mis decisiones.

-También es competitivo en las pruebas 70.3 (medio Ironman). En general ¿cómo le trastoca la temporada la pandemia del coronavirus?

-La trastoca, por supuesto. A todo el mundo. En Ironman, en 70.3 y en las pruebas de la ITU. Da igual. Pero afecta a todos, en general, en cualquier trabajo. Para nosotros el triatlón es nuestra profesión, que se ve afectada, al igual que la de otra tanta gente. Y no hay mucho que podamos hacer al respecto, salvo ser responsables, cumplir con las normas que nos imponen, por el bien de todos; y una vez que se pueda volver a entrenar y a competir empezaremos a plantearnos objetivos.

-¿Qué información maneja de cómo se va a reestructurar la temporada?

-No manejo mucha información acerca de cómo se va a reestructurar la temporada. Pero los escenarios más optimistas hablan de que a finales de julio o agosto pueda haber algo en España. Otros, no tan optimistas, pero quizá más realistas, hablan del ultimo trimestre del año. Y otros hablan de que no habrá nada este año. La verdad es que no sé cómo van a quedar las cosas y cómo se van a reestructurar las cosas. Pero ahora mismo, ése no es el problema más importante que hay, obviamente.

-Preparar en casa pruebas olímpicas se antoja complicado, pero preparar 70.3 o un Ironman parece casi imposible, ¿no?

-Preparar cualquier prueba es complicado. Se puede entrenar en casa, aunque unos más que otros. Los que tienen una cinta para correr y un buen rodillo, pueden entrenar. Hay gente que tiene piscina y puede nadar. Otros, no la tienen. No es justo, en ese sentido, que la gente no se pueda preparar igual, porque en función de los medios técnicos que tengas en tu casa puedes entrenar más o menos. No es la situación ideal para preparar ninguna prueba, sea la distancia que sea.

-Hay ERTE en clubes de fútbol, baloncesto y otros deportes, pero a usted todo esto le supondrá un importante 'roto' económico, también, ¿no? Sale favorito en todas las pruebas y hay muchos premios en ganancias... ¿Cómo afronta esto?

-Como te decía, esto nos afecta en nuestro trabajo. Somos profesionales y vivimos de las competiciones y de los sponsors. Cuando no hay competiciones, no hay ingresos por resultados. Y evidentemente, ésta es una crisis que también afecta a los patrocinadores, que venden menos material. Dependiendo del ámbito que sea, a unos les afectará más que a otros; y, a la vez, ellos tendrán que tomar medidas, invertir menos, quizá, en deportistas. Es una rueda y todo el mundo se ve afectado: los deportistas nos vemos afectados; el que tiene un bar también, porque no lo puede abrir; y el que trabaja en otra cosa, también. Es algo que nos preocupa, obviamente. Y esperamos que se pueda volver a la normalidad cuanto antes.

-¿Cómo lleva el confinamiento?

-Lo llevo con tranquilidad. Estoy en casa; y tengo la suerte de poder entrenar, más o menos. Tengo una buena cinta para correr, un rodillo para hacer bici, puedo hacer gimnasia casera, digamos... tengo un pequeño jardín en el que, si sale el sol me da un poco el sol y el aire fresco... con paciencia y tranquilidad, sin estresarme demasiado, si no puedes entrenar como te gustaría.

-Y el tiempo libre, en esta situación ¿cómo lo mata?

-Hablo con amigos, toco la guitarra bastante, intento aprender cosas nuevas, leo... sigo también las noticias de todo lo que está ocurriendo y, bueno, en general, lo llevo con bastante tranquilidad. Una vida bastante diferente a la que llevaba hasta ahora.

-A usted esto le pilló en Pontevedra y a su mujer, Anneke (Jenkins), en su país, en Nueva Zelanda. ¿Es muy dura, la separación?

-Sí, Anneke está en Nueva Zelanda. El plan era que ella viniese a finales de marzo, pero con esta situación consideramos que era muy arriesgado y muy poco conveniente hacer un viaje tan largo y complicado, con tantas combinaciones. Ahora ella esta allí, esperando a que la situación mejore y que pueda venir cuanto antes, pero dentro de que se cumplan una serie de medidas de seguridad y consideremos que pueda viajar sin muchos problemas. Por supuesto que no es lo que nos gusta, ni la situación ideal, ni mucho menos. Pero es lo que hay y lo afrontamos hasta que las cosas estén un poco mejor.

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