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Madrid mira a 2036 con ambición olímpica

  • El alcalde y el presidente del COE creen que una futura candidatura debería concernir a "toda España"

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid.

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. / rafa albarrán

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), se reunió ayer en la sede del Ayuntamiento con el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, "en el marco del trabajo que ambos llevan realizando desde hace meses para convertir algún día a Madrid en sede olímpica".

El encuentro, del que sólo se informó a los medios a través de una nota de prensa, se produjo después de que Almeida y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), expresaran en las últimas horas versiones contradictorias sobre una hipotética candidatura de Madrid a albergar los Juegos Olímpicos de 2036.

Villacís afirmó que el Consistorio, cogobernado por PP y Ciudadanos, ya trabaja en un proyecto para concurrir a los Juegos Olímpicos de 2036, mientras que el alcalde, en una comparecencia ante los medios en la que no hizo alusión alguna a su posterior reunión con Blanco, dejó claro que la decisión no está tomada. Según indica el Consistorio en su comunicado, Almeida y Blanco "han coincidido en que la candidatura olímpica debe partir de un amplio acuerdo social y de la unidad institucional, al tratarse de un proyecto que concierne a toda España".

"En relación con la candidatura, ambos han acordado que el Ayuntamiento irá siempre de la mano del COE para buscar el mejor momento y la mejor estrategia para conseguir que Madrid sea sede olímpica en el futuro", abunda el Consistorio.

De esta forma, Madrid afrontaría un proceso totalmente distinto en forma, requisitos y plazos a los que protagonizó para 2012, 2016 y 2020 en caso de que finalmente decidiese solicitar la organización de los Juegos Olímpicos de 2036. De entrada, las ciudades, regiones o países aspirantes (ésa es la primera diferencia, ya que antes eran sólo ciudades) no disponen de un plazo fijo para presentar al Comité Olímpico Internacional (COI) sus intenciones. Cuando Madrid presentó sus anteriores candidaturas la sede olímpica se adjudicaba con siete años de anticipación y desde dos años antes las ciudades ya andaban enredadas en los trámites y la obtención de las garantías legales y financieras.

La primera y única sede concedida bajo las nuevas normas, la de los Juegos de 2032 encomendados a Brisbane (Australia), se decidió el pasado mes de julio. Es decir, con 12 años de margen. Sin embargo, la sede de los Juegos de Invierno de 2030, para los que faltan nueve años, aún no está decidida. Barcelona y Aragón optan a ella en una candidatura con los Pirineos como eje vertebrador.

Actualmente la Comisión de Futuras Sedes del COI estudia con las ciudades o regiones cómo es su proyecto, qué posibilidades tiene de salir adelante y qué cambios debe hacer para ganar en eficacia y sostenibilidad, un nuevo concepto clave.

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