Fútbol | Final Copa del Rey

Ozuna, estrella en la previa de la final

Un momento de la actuación del cantante portorriqueño Ozuna.

Un momento de la actuación del cantante portorriqueño Ozuna. / Antonio Pizarro

Una caldera creciente en forma de actuaciones musicales y juegos de luces ha servido de aperitivo y, a la vez, de distracción, sedante o estimulante según los casos, a la futbolística que se vivirá desde que el árbitro José María Sánchez Martínez pite el comienzo de la final de la Copa del Rey que juegan este sábado Real Madrid y Osasuna en el estadio de La Cartuja de Sevilla.

Los dos hemistiquios en los que se han dividido paulatinamente las casi 52.000 localidades, veinte mil para cada club, del coliseo sevillano en las tres horas previas al partido, uno rojillo frente a otro blanco, han ido asistiendo a las actuaciones de Brian Cross, Romy Low, Alaska y Mario, Marta Sánchez y Soraya, con el colofón de Ozuna. Y se han ido también viniendo arriba.

El estadio ha empezado a poblarse de manera lenta desde que ha abierto sus puertas a las siete de la tarde y los aficionados han terminado así su particular travesía del desierto, el que separa la ciudad a la que han dado color y ambiente durante todo el día y el estadio, última estación de ese vía crucis térmico.

Pero La Cartuja los ha recibido con una temperatura más reconfortante y música a todo trapo para templar, dentro de lo posible, esos nervios que se tienen en una final y que suben y suben hasta que el árbitro pita el comienzo y empieza otra cosa, el fútbol en estado puro.

Pese al jolgorio de músicas y juegos de luces, muchas caras se veían ya ajenas y metidas en la final que se acercaba, como esa canción que cantaba Marta Sánchez que clavaba lo que muchos ya no podían hacer, intentar controlar sus cinco sentidos porque estaban ya puestos en un balón y en los suyos, en sus futbolistas.

Algunos bailaban, quizás para espantar los miedos, pero los más han estado a lo suyo, no en balde el estadio ha sido al menos en las previas, un oasis después de un día en al sol en las zonas de animación y el centro de la ciudad con temperaturas que han frisado los cuarenta grados.

Los puentes que dan acceso a La Cartuja han sido un hervidero de camisetas blancas y rojillas, que ya han tomado sus zonas en el estadio y a vibrar con los cánticos propios y con los ritmos de las actuaciones de artistas como el DJ Brian Cross, el encargado de prender la mecha con una sesión repleta de energía.

Romy Low, Soraya, Ozuna, Alaska y Mario Vaquerizo y Marta Sánchez han sido los encargados de animar unas previas en las que ya se ha producido el primer conato de división entre las dos aficiones a costa de la versión cantada del himno de España que ha hecho la cantante madrileña.

Marta Sánchez había interpretado antes otras canciones hasta que empezó a cantar su versión del himno de España y parte de la afición osasunista empezó a pitarle, momento en el que la mitad madridista que ocupa la otra mitad de estadio respondió con una ovación a la cantante.

Soraya empezó a calentar con su "Ritmo de la noche", como si a una noche de éstas le hiciera falta un ritmo adicional, y Alaska y Mario salieron cuando los jugadores de Osasuna pisaban el césped y, como ya hicieron en la pasada edición, cantaron su himno oficial de la Copa del Rey.

Y por mucho que ambos aboguen por soñar, el himno parece inspirado en Luis Aragonés, no en vano 'Celebrar es ganar' no se aleja mucho de lo de las finales se ganan, no se juegan; o, aquello digno de cincelarse en mármol: del segundo no se acuerda nadie.

Las aficiones, sabedoras de lo que hay en juego, aparcaron la música y empezaron con las suyas a poco más de una hora para el comienzo del partido, cuando los ritmos de Ozuna se confundían ya con los cánticos de madridistas y osasunistas y, al tiempo, los provocaba: una caldera ya.

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