fútbol italiano

La Roma, una deuda de 278,5 millones

  • El déficit oscurece el panorama del traspaso de la propiedad y del futuro de algunos jugadores

Los jugadores de la Roma aplauden a los aficionados tras acabar un partido

Los jugadores de la Roma aplauden a los aficionados tras acabar un partido / Efe

Los 278,5 millones de euros de deuda recientemente anunciados en los datos referidos al primer trimestre de 2020 hunden a la Roma en una compleja situación financiera, que podría hacer necesarios sacrificios ilustres en el próximo futuro para que cuadren las cuentas.

El "profundo rojo", como fue definido en Italia el balance presentado por la Roma, complica notablemente el trabajo de la dirección deportiva, que afronta serias dificultades a la hora de fichar a título definitivo a elementos como el inglés Chris Smalling, uno de los jugadores cedidos que más rendimiento han tenido en esta campaña, y de retener a joyas como el italiano Nicolo Zaniolo.

Y es que la Roma, club que cotiza en la Bolsa milanesa y está obligado a difundir oficialmente sus datos económicos, publicó recientemente un comunicado que muestra un drástico aumento de las pérdidas.

"Las deudas financieras netas hasta el 31 de marzo de 2020 son de 278,5 millones de euros, con un aumento de 57,9 millones de euros con respecto al 30 de junio de 2019 y de 14,1 millones de euros con respecto al 31 de diciembre de 2019", informó el club en una nota oficial. "Están compuestas (las pérdidas) por disponibilidad de 19,9 millones de euros, créditos financieros de 10 millones de euros y deudas financieras de un total de 308,4 millones de euros, de los 270 vinculados al BONO de 275 millones de euros emitidos el pasado agosto", agrega el club presidido por el estadounidense James Pallotta.

Son muchos los factores que contribuyeron a esta balance negativo y la pandemia del coronavirus, que tuvo un impacto demoledor en el fútbol italiano, parado desde el 9 de marzo y todavía no tiene una fecha clara para regresar, infligió otro duro golpe a un club que ya vivía dificultades.

Antes de que la pandemia, que causó más de 31.000 muertos y más de 220.000 contagiados, sacudiera a Italia, la Roma se encontraba en el tramo final de unas negociaciones para concretar un cambio de propiedad.

James Pallotta, presidente desde 2011, estaba a punto de vender el club a su compatriota Dan Friedkin, empresario que trabaja en el mercado automovilístico, cinematográfico y de la hostelería, por una cantidad cercana a los 780 millones de euros.

Fue el propio Roma, obligado a comunicar si hay movimientos importantes en la cúpula directiva, el que publicó un comunicado el pasado 29 de diciembre para informar a sus socios del desarrollo de las negociaciones.

Una operación que naufragó tras la llegada de la pandemia del coronavirus, que obligó a Friedkin a volver a plantearse la posibilidad de realizar un gasto de ese tamaño.

Los 278,5 millones de euros de pérdidas anunciadas en el primer trimestre de 2020, y la concreta posibilidad de que estas aumenten de forma vertical el próximo 30 de junio, podrían obligar al equipo del portugués Paulo Fonseca a renunciar a piezas de gran importancia, según coinciden en asegurar los diarios generalistas.

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