Champions League | Real Madrid - Brujas

Punto de locura y fragilidad (2-2)

  • Los de Zidane consiguieron igualar el adverso resultado de la primera parte (0-2) con goles de Sergio Ramos y Casemiro

Karim Benzema se lamenta tras una jugada

Karim Benzema se lamenta tras una jugada / Efe

El Real Madrid fue víctima de su fragilidad defensiva, que provocó su segundo pinchazo en Liga de Campeones para quedar en situación compleja, castigado con dos goles del Brujas en el primer acto que igualó agarrándose a la locura, con exhibición de casta para acabar acariciando una de sus clásicas remontadas.

El Real Madrid tiró por tierra su reconstrucción. Toda la seguridad ganada en duelos grandes, en los que la concentración es máxima como mostró en el Sánchez Pizjuán y el Wanda Metropolitano. En su regreso a la inestabilidad, la defensa quedó señalada. Sin respuesta ante la velocidad de los puntas del Brujas, que apostó por fútbol directo y encontró toda la facilidad para encontrar un premio soñado que pudo ser mayor.

Solo Zidane sabe las razones de dejar en la grada a James y Bale. Exceso de confianza si no sufren molestias físicas. Jugó con los mismos de una temporada para el olvido más Hazard. Caras que la grada se ha cansado de ver y lo muestran con silbidos cuando pierden la paciencia. Le faltó acierto rematador en el primer acto al Real Madrid y exhibió una debilidad que parecía enterrada desde París.

Adelantó unos metros la línea defensiva y fue un regalo al rival. Los balones en largo a la velocidad de Tau fueron un continuo dolor de cabeza. Había perdonado Benzema la primera cuando llegó el primer golpe. A los 9 minutos, con Courtois reculando por mala colocación en una rápida contra del Brujas. Carvajal fuera de su sitio, Ramos rompiendo el fuera de juego y el pase de Tau convertido en gol de forma casi cómica. Dennis fue a controlar, el balón le golpeó y engañó a Courtois. Se esperaba fuera de juego pero el VAR dio el gol.

El Real Madrid se acerca al año sin ganar en Liga de Campeones en el Bernabéu. Regresar al dominio que ejerció en Europa pasa por recuperar su fortaleza de local. Alejarse del desconcierto en el que cayó ante el rival que llegaba con el cartel de la 'cenicienta' del grupo. Tau tenía el segundo después del tanto que rompía el partido. El duelo pedía un líder y Hazard puso voluntad para serlo.

Se alejó de la banda izquierda para entrar con más continuidad en el juego. Asociándose con calidad, tirando de galones en el liderazgo esperado. Modric y Kroos acariciaban el poste con dos disparos mientras la grada señalaba a Lucas Vázquez tras dos pérdidas. Junto a Courtois pagaron los platos rotos.

Ninguno integra una defensa que temblaba a cada ataque del Brujas en el primer acto. Encontraron líneas de pase con facilidad. Y como ocurrió en el primero, el Real Madrid perdonó antes de ser castigado. Un testarazo de Varane tras saque de esquina, lo salvaba Mignolet con una gran parada y una manopla firme.

Courtois había salvado una a disparo cruzado de Tau, pero nada pudo hacer en otro gol con una factura increíble. El regalo fue de Modric en salida de balón, Dennis puso velocidad, se tropezó mientras su cabeza daba vueltas a la definición, y cuando parecía que se caía, picó el balón con calidad a la red.

Se presentaba noche de arrebato en el Bernabéu. Un asedio en busca de aquellas remontadas históricas del Real Madrid, que Benzema inició con homenaje a Butragueño, reeditanto su regate pegado a línea de fondo. La segunda parte fue todo corazón blanco ante un Brujas poco acostumbrado a defenderse, que tuvo que retocar su identidad.

Entró Areola en el cierre de una noche negra para Courtois, con problemas estomacales, y Marcelo para ganar un arma en ataque si tuviese un buen estado físico. Por momentos el Bernabéu visionó la gesta. Las continuas llegadas a Mignolet anunciaban un final de emoción. Sacaba el disparo potente de Hazard y otro de Casemiro. Los riesgos dejaban en uno contra uno a sus centrales. Varane fue desbordado con facilidad por Dennis, que perdonaba su triplete ante un rápido Areola que evitaba la sentencia.

Cuando el fútbol se convierte en corazón siempre aparece Ramos. De cabeza apretó el partido en posición muy justa tras pase de Benzema. Anulado por momentos hasta que el VAR lo concedió. Eran minutos claves y el Real Madrid de nuevo perdonó.

En botas de Lucas y Hazard estuvo el empate rápido. Modric chutó arriba con Benzema solo para marcar cuando la entrada de Vinicius agitaba el ritmo que decaía. Y así llegó el empate. Un premio al coraje en un testarazo de raza de Casemiro. Restaban cuatro minutos en los que acarició la remontada y la derrota. Varane la tuvo con dos cabezazos pero Schrijvers perdonó completamente solo en plena locura.

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