Fútbol l Primera División

Agüero hurga en la llaga de un Valencia que no merece perder

  • Un garrafal error de Hildebrand permite al Atlético colocarse por delante en el marcador, pero los locales bajan tras el descanso y Abbiati evita la igualada

El Atlético se deshizo con sufrimiento de un Valencia en crisis desde la destitución de su anterior técnico, Quique Sánchez Flores, y que dobló la rodilla en Madrid, a pesar de que en el segundo acto ofreció una imagen más que aceptable y mereció haber logrado las tablas. Sin embargo, el Atlético se comió al Valencia en el primer período. Lo amedrentó a base de coraje y buen juego a ráfagas y se hizo acreedor a marcharse al descanso con un marcador más amplio que el 1-0.

Al Valencia le falló una vez más su cancerbero, Hildebrand. El portero, que parecía entonado después de dos buenas intervenciones a tiros lejanos de Simao y Agüero, cometió un error garrafal en el minuto 26, al intentar atajar un balón bombeado dentro del área pequeña. Al alemán se le fue la bola, que quedó franca a pies de Agüero, quien marcó su octavo tanto en la liga. Al Atlético se estaba aprovechando de la debilidad de un Valencia sin estilo de juego y muy conservador, aunque gozó de dos ocasiones en el primer acto en botas de Montoro y Arizmendi.

En la segunda mitad, Koeman decidió dar la alternativa al nuevo fichaje, el argentino Ever Banega, y entrada al serbio Zigic, al que el club ha puesto el cartel de transferible en el mercado de invierno. Con Banega recuperó el Valencia posesión en el centro del campo y con Zigic mayor presencia en el ataque, en el que las cosas volvieron a la normalidad, con Joaquín y Silva en los extremos y el gigante serbio como punta. El Atlético sintió el peligro y pasó por momentos de apuro. De hecho, Baraja pudo hacer el empate en los mejores momentos de los valencianistas y poco después Zigic estrelló un balón en el larguero de Christian Abbiati.

El duelo había pegado un viraje con la mejoría de los visitantes. Se equilibró y se tornó en vibrante, con alternativas en ambas porterías. El Atlético ya no era tan superior y el Valencia comenzó a creer en sus posibilidades.

Y se gustó el Valencia generando ocasiones. Lo hicieron Joaquín y Silva, que estrelló un balón en el poste izquierdo. Definitivamente, el Atlético lo estaba pasando muy mal y se mascaba la igualada. La salida de Vicente a falta de diez minutos le dio más capacidad ofensiva a los de Koeman. El Atlético ya sólo estaba preocupado por defender y al final logró el triunfo con Abbiati como héroe.

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