El Unicaja de Málaga logró imponerse al DKV Joventut por 70-79 gracias a los últimos cuatro minutos del choque, donde los andaluces aprovecharon la inspiración de Marcus Haislip para quedarse con la tercera plaza en la tabla.

En el regreso de Aíto García Reneses al Palau Olímpic se llevó el triunfo para agrandar las dudas de los que fueron sus pupilos a la hora de cerrar los partidos. Los verdinegros presentan un acuciante miedo a saber ganar si no llegan con un colchón de puntos suficiente a los minutos finales.

Unicaja comenzó arrollando con un Robert Archibald sensacional en el rebote y también en la anotación. El 2-11 a los cinco minutos fue un buen síntoma de cómo se enchufaron los visitantes al envite. Los malacitanos se apoyaron en los rebotes de Carlos Jiménez, en los puntos de Omar Cook y en el criterio de Berni Rodríguez.

Pero la reacción local terminó llegando merced a la buena dirección del nuevo fichaje Coby Karl. Esto permitió que el partido llegara al descanso con el 32-30.

Con las lesiones de Cabezas y Norel, una para cada bando, los equipos salieron con miedo y se dejaron intimidar unos por otros lo que hizo variar el marcador de forma constante hasta que Unicaja sobrevivió a golpe de triples.

Un final que permitió el triunfo visitante, a la vez que apagar la buena actuación del francés del DKV Jerome Moiso, que con 18 puntos fue el máximo anotador.