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Algún número más que el 9

  • Tanto centrar el debate en si España debe jugar con un especialista del área o no y Prandelli trabó el juego combinativo en la zona de Sergio Busquets y Xabi Alonso

No discurrió el partido por donde preveían los españoles. El seleccionador italiano, Cesare Prandelli, ordenó una presión adelantada que sorprendió a la selección roja, que impuso su juego a fogonazos, sobre todo por los golpes de genialidad de Iniesta. Tanto hablar de Torres o Negredo, tanto hablar de la conveniencia de jugar con un falso nueve, que fue lo que sucedió. No resultó, se echó en falta alguna referencia arriba pero el problema principal surgió ayer más atrás del área de Buffon: Busquets y Xabi Alonso perdieron el pulso ante los medios italianos.

Defensa

Cuando Italia recuperaba la pelota, a menudo lo hacía en zonas de riesgo para España. Era el premio a su inopinada valentía. Y ahí emergió el talento superlativo de Pirlo. Suerte para el bloque de Del Bosque que Balotelli anduvo espeso.

Sorprendió en la primera parte la proyección ofensiva del lateral Maggio, una pieza que no sólo enroscó atrás a Jordi Alba, sino que se plantó en la posición del extremo y se asoció con Cassano.

Busquets y Xavi Alonso no terminaron de tomarle el pulso al partido, con los italianos hostigando arriba y el césped alto dificultando la circulación del balón. Ahí, Italia siempre fue una maestra. Sabe esperar para dar el zarpazo. Y lo dio al sacar de su zona Pirlo a Busquets, aprovechar el pasillo central y filtrar un pase entre los centrales para el desmarque del muy vivo Di Natale. Giovinco, otro astuto y rápido entre líneas, también asistió a Di Natale unos minutos más tarde con otro pase a la espalda de los stoppers, pero esta vez el remate era mucho más dificultoso, se trataba de una volea cruzada.

Ataque

La presión de los italianos obligó a España a iniciar los ataques muy atrás. Con todo, cuando Xavi o Iniesta rompían esa línea de presión propició que a veces un español encarara a un último defensor con muchas posibilidades de buscarse un remate franco. Le pasó a Silva un par de veces en la zona derecha, pero buscó el recorte para golpear con su zurda y los zagueros cerraron bien.

Con las carencias ofensivas de Arbeloa y Jordi Alba preocupado de tapar a Maggio, fue Iniesta quien impulsó a España con esos eslálones marca de la casa. Tras el descanso España elevó el ritmo, Jordi Alba subió más y al fin floreció una jugada típica de este gran equipo, una triangulación preñada de calidad y celeridad en su ejecución... por el mismo corazón de la defensa rival: jugar sin nueve no fue el problema. Ni hacerlo con él: Jesús Navas abrió el campo por la derecha y habilitó al nueve que ingresó en el campo por Cesc, Torres. Faltó que éste afinara en la resolución.

virtudes

La reacción al gol italiano bajo su manual. E Iniesta, que es infalible.

talón de aquiles

A veces se echó de menos el nueve. Malas noticias en la sala de máquinas, donde Busquets y Xavi Alonso no carburaron.

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