Fernando Alonso vuelve a ser el hombre en la Fórmula 1: tras lograr en Singapur su segundo éxito consecutivo el español es visto como el gran candidato al título mundial. "Ferrari va ahora en serio, los rivales empiezan a tener miedo. Alonso es el rey de la noche", sintetizó con euforia el Corriere della Sera la gran actuación del español el domingo. La euforia es en España lógicamente mayor. "Alonso vuela hacia el título", aseguró As, mientras Marca" ve cercano el tercer título mundial: "La reconquista", tituló en primera plana.

Alonso parece tener todo lo necesario para ser exitoso en la lucha por el título más ajustada en la historia de la Fórmula 1: nervios de acero, confianza y nada de piedad por el adversario. Él sabe cómo se gana un título. Lo hizo en 2005 y 2006 con Renault imponiéndose nada menos que al mejor Michael Schumacher. En Singapur supo bloquear al alemán Sebastian Vettel en el único momento en que podía superarlo: la salida. Sobrepasarlo se volvió en las 71 vueltas un imposible para el joven germano. "Corrió una carrera fantástica, sencillamente perfecta", destacó el jefe de Ferrari, Stefano Domenicali.

Y eso que Alonso, en su primer año en Ferrari, tuvo sus malos momentos y no tiene aún nada garantizado. Restan cuatro carreras y está 11 puntos por detrás del líder, el australiano Mark Webber, de Red Bull. Y también el inglés Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), Vettel (Red Bull) y el defensor del título, el británico Jenson Button (McLaren-Mercedes), tienen posibilidades.

Pero la tendencia respalda a Alonso como el gran candidato: lleva 93 puntos ganados en las últimas cinco carreras, más que ningún otro piloto. "Hace un par de semanas parecía ya fuera de la lucha por el título, y ahora tenemos cuatro carreras en las que todo puede pasar", señaló Alonso, que desde el Gran premio de Gran Bretaña redujo de 47 a 11 puntos la distancia que lo separaba del líder y pasó del quinto al segundo puesto en el campeonato.

"Alonso, la furia roja. ¡Vaya remontada!", elogió La Gazzetta dello Sport al español, que tiene una ventaja más aún sobre sus rivales: es el líder indiscutible en su equipo, todo se hace en función de él. El brasileño Felipe Massa puede correr, pero no debe molestar. Se vio en Singapur, cuando Alonso le quitó el sitio en el ingreso a boxes. Y se había visto, más claramente aún, en el circuito de Hockenheim, cuando Massa debió levantar el pie del acelerador para darle la victoria a su compañero de equipo.

Es un verdadero renacer de Alonso, que entre 2007 y 2009 pasó malos momentos. Tras los títulos de 2005 y 2006 con Renault, Alonso pasó a McLaren, pero las tensiones con Hamilton convirtieron la escala en un breve paso de un año antes de regresar a una Renault mucho menos poderosa que antaño. Y entonces llegó Ferrari, y con el salto al equipo rojo, el orgullo de Alonso renació.