Red Bull, el equipo con los coches más rápidos de la parrilla 2010 de Fórmula 1, demostró por fin su superioridad tras varios problemas mecánicos y logró en el Gran Premio de Malasia un indiscutible doblete con el alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber. Una bujía y un problema en la transmisión impidieron los triunfos de Vettel en Bahréin y en Australia, respectivamente.

Superadas las flaquezas de fiabilidad, el alemán logró el triunfo, el sexto de su trayectoria, por delante de su compañero y se mete de lleno en la lucha por el campeonato, que ahora está liderado por el Ferrari del brasileño Felipe Massa, séptimo, con 39 puntos. Massa se aprovechó de que su compañero, el español Fernando Alonso, se tuvo que retirar a falta de sólo dos vueltas cuando rompió el motor de su bólido rojo en la batalla por la octava plaza con el británico Jenson Button. Alonso, que corrió toda la prueba sin embrague, aseguró tras su abandono que fue “la carrera más difícil de mi vida”. Después de Massa, a sólo dos puntos, se ubican Alonso y Vettel con 37. Con 35 les siguen Button y el Mercedes del alemán Nico Rosberg, tercero en Malasia.

Vettel, de 22 años y subcampeón del mundo, cimentó su triunfo en la salida al adelantar al poleman Webber y a Rosberg. Después del podio se situaron el polaco Robert Kubica (Renault), el alemán Adrian Sutil (Force India) y el británico Lewis Hamilton (McLaren). Michael Schumacher no pudo terminar la carrera por un problema mecánico en su Mercedes, algo que no sufrieron los Red Bull, que tuvieron una carrera plácida y en solitario gracias a la velocidad de su motor y a su audaz aerodinámica.

La esperada lluvia no llegó de inicio en Malasia. Vettel, quizás ya sin la maldición de la pole lograda en los dos primeros Grandes Premios, fue el más rápido en los primeros metros y pasó del tercer puesto en parado a la posición de cabeza en la primera curva por delante de Webber y de Rosberg. "La salida ha sido muy buena, ha sido un sprint hasta la primera curva", dijo Vettel. "La clave ha sido mantener un buen ritmo y cuidar los neumáticos. Al final hemos logrado un muy buen resultado. Tras los problemas se ha demostrado que es importante no tener pánico y estar relajados, la temporada es larga", agregó.

Entre el elitista pelotón trasero debido a los errores de estrategia en la clasificación del sábado de Ferrari y McLaren, Hamilton fue el que mejor salió. Partió desde la plaza 20 y a la cuarta vuelta ya estaba en la décima. Peor le fueron las cosas a Alonso, que se vio abocado a luchar de nuevo detrás de su compañero, Massa, por el puesto 14º tras el fiasco rojo en la clasificación del sábado, en la que el equipo confío en unos equivocados partes meteorológicos, y fueron descalificados en la primera ronda, por lo que partieron muy atrás. El Sauber del español Pedro de la Rosa ni siquiera comenzó el Gran Premio por un problema en el motor.

Los Red Bull cruzaban los dedos por que no hubiera un nuevo problema técnico como el que evitó los triunfos de Vettel en Bahréin y Australia. Sólo eso parecía que podía evitar el doblete porque tanto el alemán como Webber se escaparon sin oposición. Los toros energéticos cabalgaban solos alternándose en las vueltas rápidas.

Button, con la carrera ya perdida, fue el primero en cambiar a neumáticos duros, en la vuelta diez, en busca de una estrategia que quizás le diera frutos, como en Australia, donde ganó. Poco después Schumacher tenía que aparcar su Mercedes por un problema mecánico. Primer abandono del heptacampeón del mundo, que no está teniendo su retorno soñado en la Fórmula 1. Mientras, su joven compañero Rosberg peleaba por el podio. "Una de las tuercas de la rueda trasera izquierda no iba. Tenía tres ruedas, así que decidí retirarme", dijo el piloto de 41 años.

La lista de caídos por problema técnicos crecía. Malasia iba a ser una carrera de resistencia. Los Ferrari se aprovecharon de los problemas y de la entrada en boxes de los oponentes que iban por delante y se metieron entre los diez primeros. En la cabeza, Rosberg fue el primero en cambiar gomas. Luego entró Vettel y una vuelta después, Webber, que salió por detrás de su compañero alemán.

Luego entró el Ferrari de Massa, que iba por delante de Alonso. El español decidió esperar al máximo. Antes que él cambió neumáticos Hamilton, que a la salida se encontró luchando por la séptima plaza con un recuperado Button. Los dos McLaren estaban por delante del bólido rojo del brasileño. A falta de 21 giros entró Alonso, que volvió al asfalto en la novena plaza, detrás de los McLaren y de Massa y por delante del español Jaime Alguersuari, que fue noveno y logró sus dos primeros puntos en su corta trayectoria en la Fórmula 1.

Sin lluvia finalmente, en cabeza había pocos cambios. Los Red Bull aguantaban cómodos en cabeza, Hamilton peleaba por la quinta plaza con el sorprendente Force India del alemán Adrian Sutil y Massa con Button por la séptima. El brasileño adelantó finalmente al británico, que se defendió mucho mejor ante el español para ser al menos octavo. Alonso tuvo que abandonar con su Ferrari humeando. Batallas menores para Red Bull, que por fin pudo festejar no sólo el triunfo de su hombre para el título, Vettel, sino el doblete también con Webber.