El dios de la cancha parece ser ahora un villano en el banquillo: el crédito de Diego Maradona como seleccionador de Argentina parece agotado para gran parte de la afición, que teme que la albiceleste se quede fuera del Mundial de Suráfrica 2010.

La magia de Maradona como capitán de la selección argentina dentro del campo no aparece en el banquillo, desde donde está perdiendo su aura de deidad. La dura derrota ante Brasil por 1-3 en Rosario el sábado dejó al conjunto argentino al borde de la repesca e incluso con un pie fuera de la cita ecuménica, cuando aún restan disputarse tres partidos: dos de visitante (Paraguay y Uruguay) y uno como local (Perú).

Si bien el magnetismo de Maradona motiva a los argentinos a encolumnarse detrás de su figura desde hace más de 30 años, ahora saben que las cosas no son como cuando él se ponía la camiseta número 10 y marcaba goles sublimes. "Hay que seguir, no hay que entregarse, iremos a Paraguay con el espíritu que podamos", dijo un alicaído Maradona, de 49 años, tras la derrota en el clásico suramericano.

Desde que Maradona se hizo cargo de la dirección técnica en sustitución de Alfio Basile, Argentina jugó cinco partidos en las eliminatorias, de los cuales ganó dos y perdió tres. Ocupa el cuarto puesto en la tabla de posiciones con 22 puntos, pero a cinco puntos del tercero (Paraguay) y muy cerca de Colombia y Ecuador, quinto y sexto, respectivamente.

El crédito que la gente le otorgó a Maradona a su llegada a la selección comienza a escasear y pudo palparse en la encuesta del portal del diario La Nación, en donde un 53 por ciento de los 6.478 votantes dijo que el equipo no estará en Suráfrica, el 29 por ciento augura que jugará la repesca y sólo el 18 que se clasificará directamente.

A su vez, según la encuesta que ofrecía el portal del diario Clarín tras el encuentro, el 66,8 por ciento de los votantes no cree que Argentina vaya al Mundial, mientras que sólo el 33,2 por ciento cree que sí lo hará.

No sólo los números, sino también la mayoría de los comentarios en los foros de Internet son igualmente duros contra el ex astro. "Hace 25 años eras muy hábil jugando. ¿Qué tiene que ver eso con tu capacidad para dirigir? Gracias por los recuerdos, Diego, pero volvé a tu casa", escribió un hincha.

"Pero por favor, hacenos un favor y ANDATE YA, no prolongues más esta agonía", decía otro.

Maradona dijo que está satisfecho por el juego del equipo y que su situación no es la misma que cuando Argentina cayó goleada ante Bolivia (6-1) en la altura de La Paz, pero es consciente de que la clasificación "va a ser dura".

Un mal resultado en Asunción el próximo miércoles ante Paraguay comprometería en demasía la clasificación argentina. Y el propio técnico sabe que su situación está en cuestión. "Ya hablé con Julio (Grondona, presidente de la AFA), tengo que hablar con mis hijas, pero le voy a dar para adelante como loco, esto no me quiebra. Lo mío es irrompible", cerró cualquier atisbo de dimisión.

El entrenador argentino deberá darle una inyección de ánimo al equipo, pero también hacer explotar de una vez por todas la figura de Lionel Messi, quien aún con la camiseta albiceleste no repitió todo lo bueno que hace con la del Barcelona.

Más allá de señalar los errores a la hora de marcar a Brasil, Maradona aceptó su culpa: "La responsabilidad es mía".