La Subida a Vejer celebró ayer su 25ª edición con una prueba del Andaluz de Montaña que deparó por un lado el guión previsto y por otro la sorpresa de la jornada, no en vano mientras que José Antonio Aznar cumplió los pronósticos en turismos, Francisco Pérez hizo añico las apuestas de los monoplazas al ser profeta en su tierra.

La tercera cita del calendario del certamen regional, de nuevo en la provincia tras las de Ubrique y Algar, se desarrolló de la mejor de las formas deseadas por los organizadores, ya que no se registraron incidentes de importancia y el incremento de las medidas de seguridad dispuesto por Escudería Sur, con más metros de la Cuesta de San Miguel protegidos con vallas altas, dio sus frutos.

La climatología acompañó, los aficionados acudieron en gran número al acceso a Vejer llegando desde Barbate y ni siquiera propiciaron una significativa pérdida de tiempo los únicos dos abandonos, el de Francisco Márquez por la rotura de la transmisión de su Renault Megane y el de Enrique Cirre Martínez tras destrozar una de las llantas de su Speed Car.

En cuanto a los resultados, el almeriense Aznar confirmó su abrumador dominio entre los turismos y, como en los entrenos libres del sábado, marcó el mejor tiempo en las dos mangas de carrera con una insultante autoridad sobre sus rivales. José María Romero y José Blanco completaron el podio, y Manuel Ramón Nieto, piloto de Zahara de la Sierra, se convirtió en el mejor gaditano al clasificarse séptimo.

En monoplazas, en cambio, el local Francisco Pérez Galindo dio un inesperado zarpazo a Antonio Ruiz al adjudicarse las dos mangas y, con ello, la general final.