El 14 de enero fue un gran día para muchos. Nada de sorteo teledirigido para que los dos grandes se vean en la final; nada de enviar al otro de la terna de favoritos, el anfitrión, a la otra parte del cuadro; nada de montar unos cuartos de final sosos y que el interés por el torneo comience en las semifinales. El resultado del bombo causó una gratísima respuesta por parte de los aficionados al baloncesto en general. Otra cosa dirá el que salga perdedor de la primera eliminatoria de la Copa del Rey 2013 -buen número para quien quiera recurrir al infortunio-: Real Madrid-Barcelona. ¡Quién da más!

Con un aperitivo de alta cocina, exquisito, un manjar delicioso, arranca en el Buesa Arena de Vitoria una cita que promete emociones fuertes a las primeras de cambio. Los blancos, todopoderosos en la Liga, donde reinan sin oposición, llegan con la vitola de favoritos y con el recuerdo del título obtenido en el asalto al Palau Sant Jordi la pasada campaña, dando al traste entonces con la esperanza del Barça de levantar el trofeo delante de sus paisanos. Los azulgrana, vigentes campeones de Liga levantando una serie adversa, alcanzaron de puntillas la Copa del Rey, echando cuentas hasta última hora; un disparate, vaya. Pero qué más da cómo entró; importa cómo saldrá del recinto alavés. El conjunto de Pascual parece que lo fía todo a Navarro, esa figura nacida en Sant Feliu de Llobregat que el martes metió el miedo en el cuerpo a los blancos: "Jugaré la Copa". Renqueante por los problemas físicos todo el curso, el escolta ha atemorizado al adversario como si fuera el mismo Cid. Ya se verá si está o no para muchas fiestas, aunque de momento amenaza con formarle el lío al Madrid, como en la Liga a finales de año.

Aunque en la ACB el Barça esté mostrando la versión menor, es de justicia pensar que hoy multiplicarán esfuerzos jugadores de la talla de Mickeal y Lorbek, amén del ex madridista Tomic, el genial Huertas y el refuerzo Oleson, quien se desenvuelve de maravilla en el pabellón donde ha jugado tanto tiempo hasta su reciente traspaso. La escuadra de Laso actúa como tal, en bloque. Corre que se las pela impulsado por Llull y por un Sergio Rodríguez -con su nuevo look a lo James Harden- que parece querer regresar a la NBA, dado su altísimo nivel competitivo. Rudy Fernández también tendrá la responsabilidad de tirar del carro por su extraordinario talento; Carroll no necesita presentación y en la final de 2012 ya exhibió su aniquiladora muñeca. Mirotic es otro estilete para el técnico vitoriano del Madrid, mientras que Felipe Reyes -otro de la quinta de Navarro- disfruta de una plenísima segunda juventud. El refrescante juego blanco, correr y tirar, lo convierte en un rival complicadísimo de frenar, aunque el Barça sabe cómo hacerlo. Antes de las 21:00, uno de los dos se irá a casa, pero al menos querrá dar la mejor imagen ante su afición.

Hablando de seguidores, luego llegará el turno de la volcánica hinchada del Caja Laboral, que lleva inundando los pabellones de la ACB cada febrero los últimos 15 años. El Baskonia, capaz de arrastrar a 2.000 personas a Bilbao, Barcelona, Madrid o Sevilla, juega en casa. Con lo que eso implica, claro. El ensordecedor ambiente estará de su parte, pero la responsabilidad de tener que sacar adelante sí o sí este primer cruce ante el CAI puede pesarle al conjunto de Tabak, quien disfruta desde su llegada de una racha espectacular en la ACB, aunque genere alguna duda en Europa. Cuenta con plantilla para ganar los tres partidos en estas apasionantes 96 horas. Nocioni, San Emeterio, los dos Bjeliça, Lampe, Heurtel, Cook... son jugadorazos de primer nivel. Lo malo, aparte de la presión del que compite con el viento a favor, es que el sábado se medirá al Madrid o al Barça en caso de éxito. El CAI llega como tapado. Abós les dirá a sus chicos que salgan a divertirse y a ver qué pasa. Pablo Aguilar, Llompart, Rudez, Van Rossom y compañía tienen tan poco que perder que pueden amargarle la vida a los alaveses.

Por el otro lado del cuadro, el menos sinuoso para encaramarse el domingo en la final, hay un par de candidatos por encima de los otros dos: Valencia Básket y Bilbao Básket. Por tanto, ojo a los que van de víctimas. Un equipo copero como antaño era el Estudiantes que no pierde su esencia. Vidorreta tratará de poner nervioso a Perasovic. Perros viejos como Kirksay, Gabriel y el renacido este curso English -máximo anotador de la ACB- pueden hacer pupa a Doellman, Kelati, Rafa Martínez, Ribas, Lishchuk y Dubljevic, que han bajado el pistón en sus últimas comparecencias ligueras. La Demencia añora épocas doradas tras sufrir un descenso no consumado la pasada campaña y vislumbra aquí una gran oportunidad.

A los isleños de Pedro Martínez les ocurre parecido. Habituados a volverse tras el primer choque copero, esta vez ansían subir otro peldaño. Liderados por el almirante Nelson, rodeado por Rey, Newley y Toolson, entre otros, lucharán en la batalla frente a los hombres de negro, con Vasileiadis, Mumbrú y Lamont Hamilton como referencias del equipo de Katsikaris, que jugando a 70 kilómetros de Bilbao tendrá a la mayoría del público en contra...