Rafael Nadal apuntará a terminar la temporada como número uno del tenis mundial. "Antes pensábamos en ir torneo a torneo, ahora sabemos que estamos en una posición inmejorable para acceder a lo más alto", dijo Toni Nadal tras el 6-3, 6-2 y 6-3 de su sobrino sobre su compatriota David Ferrer para conquistar por octava vez el Abierto de Francia.

"Evidentemente, estamos en disposición de jugar para lo mejor, Rafael lleva una ventaja considerable, pero todo te cambia en un torneo", advirtió el entrenador de Nadal, que hoy caerá al quinto puesto del ranking debido al ascenso de Ferrer al cuarto.

El protagonista agradeció "a la vida" por la oportunidad de volver a jugar al tenis y conquistar su octavo Roland Garros. "Sólo puede decirle gracias a la vida por darme esta oportunidad. Es una de mis victorias más especiales y quiero agradecer a todos los que están ahí", afirmó Rafa Nadal, quien se acordó de Ferrer. "Lo primero que quiero es felicitar a David por un fantástico torneo. Lo siento, pero es un luchador y le deseo lo mejor", se disculpó.

"Nunca imaginé que algo así pudiera ocurrir. Tuvimos momentos bajos, y si mi gente, mi equipo, mi familia... no hubiesen estado ahí, habría sido imposible", aseguró Nadal, ausente del tenis entre junio de 2012 y febrero de este año debido a una doble lesión de rodilla.

En este sentido, Toni Nadal se refirió a estos últimos meses también: "A nosotros la vida nos ha tratado muy bien, nos ha permitido ganar lo que no hemos imaginado nunca. Hemos pasado momentos malos, pero en ese tiempo yo le repetía a Rafael que éramos muy afortunados. En la vida no va siempre todo bien, vinieron los momentos malos y unos meses más tarde volvemos a estar aquí", analizó el entrenador del 12 veces campeón de Grand Slam.

El perdedor ve justo el triunfo de Nadal, pero no el marcador: "Yo me he visto bien, pero creo también que la final ha sido más disputada que el resultado. La pista estaba demasiado lenta, era difícil hacerle un winner (golpe ganador), pero Rafa ha sido mucho mejor". "El partido estuvo bien, pero te quedas con las ganas de jugar mejor", añadió el alicantino, que considera posible volver a jugar una final de Grand Slam tras haber disputado ayer a los 31 años la primera en su carrera.

"Es por lo que lucho, por tener la oportunidad de jugar otra final de Grand Slam. Ya rompí una barrera el año pasado al ganar mi primer Masters 1.000, y ahora al jugar mi primera final de un grande. No es lo mismo semifinal que final, a la vez que no es lo mismo final que campeón", dijo.