Argentina consiguió la clasificación a los cuartos de final de la Copa América al golear por 3-0 a Costa Rica y conquistar el segundo puesto del Grupo A con un Messi que brilló por fin.

Los silbidos que arreciaron la semana pasada mutaron en una fiesta de la hinchada albiceleste que colmó con 57.000 espectadores el estadio Mario Alberto Kempes. Así como la semana pasada abucheó a Messi y sus compañeros, esta vez aplaudió cada pase del culé y recuperó la sonrisa, con el oxígeno que le dio la clasificación.

El combinado anfitrión mostró una clara superioridad a lo largo del partido frente a una Costa Rica sin recursos. Con constantes llegadas al área rival que se vieron frustradas durante el primer tiempo por la falta de definición, los argentinos sólo respiraron cuando Agüero marcó justo antes del descanso.

Agüero aprovechó al filo del descanso un rebote del portero Moreira y hundió la pelota en la red. El plantel de Sergio Batista regresó relajado al campo de juego y Messi demostró a sus compatriotas por qué la FIFA lo designó el mejor jugador del mundo. Messi fue el arquitecto de los otros dos goles. Primero le dio una magnífica asistencia a Agüero, y luego otro pase de gol a Di María.

Messi, al igual que la hinchada, se quedó con las ganas de gritar su propio gol, pero ya el hecho de haber dejado atrás el abatimiento de hace pocos días cambió el panorama de la selección argentina.