la inauguración

Arriba el telón en el suntuoso Luzhniki

  • La ceremonia contará con el cantante pop Robbie Williams y el ex jugador Ronaldo, entre otros

La cuenta atrás acabó. El Mundial de fútbol, esa enorme maquinaria de pasión y dinero que cada cuatro años paraliza durante un mes al planeta, sale a la conquista de una Rusia que no puede permitirse el lujo de fallar.

En el Estadio Luzhniki, el escenario donde hoy comenzará a rodar la pelota con el partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudí, los operarios montan aún las últimas tiendas de los patrocinadores frente a la estatua de Lenin que custodia el recinto moscovita.

En el renovado y elegante Luzhniki, en el suroeste de Moscú, la ceremonia inaugural contará con la participación de la estrella del pop Robbie Williams y la intérprete de ópera rusa Aida Garifullina, además del ex futbolista brasileño Ronaldo.

Vladimir Putin inaugura hoy jueves la Copa del Mundo de fútbol, que se celebra por vez primera en Europa Oriental, en compañía de sus aliados, ya que los dirigentes occidentales han decidido boicotear la ceremonia, aunque no el torneo. "Nuestro país está listo para acoger la Copa Mundial de la FIFA", dijo ayer el líder del Kremlin al inaugurar el Congreso de este organismo que se celebra en Moscú, en el que deseó a todos los delegados "una labor productiva y exitosa".

El Kremlin informó de que Putin, que raramente ha pisado un estadio desde que llegara al poder hace 18 años, espera "en el fútbol" a los mandatarios y jefes de Gobierno de Bolivia, Paraguay, Arabia Saudí, Armenia, Palestina, Líbano o Ruanda.

Empezando por el dirigente boliviano Evo Morales y el paraguayo Mario Abdo Benítez, presidente electo, en casi todos los casos esos países ni siquiera disputarán el Mundial, ya que sus selecciones no lograron clasificarse.

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