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Aru sorprende al pelotón

  • El italiano se fugó en solitario cuando nadie lo esperaba Contador conserva el maillot rojo y Valverde se postula como único rival del pinteño

Fabio Aru, la joya de futuro del ciclismo italiano, conquistó la inédita cima del Santuario de San Miguel de Aralar, al tiempo que Alberto Contador y Alejandro Valverde anunciaron su duelo en la Vuelta, en ausencia ya de Nairo Quintana, que abandonó víctima de una nueva caída.

El corredor sardo, discípulo de Vincenzo Nibali en el Astana, sorprendió a los favoritos tirando de clase, como hizo en el Giro para ganar en Montecampione. Atacó a 1.000 metros del final mientras la alta jerarquía se miraba de reojo. Los ganó a todos y con seis segundos de ventaja.

No hubo sangre en la pista de cemento que tapa una antigua pista forestal, sólo escarceos y tímidos ataques. Contador y Valverde, separados por 20 segundos, auguran la batalla estelar. El murciano ya tiene los galones del equipo tras la retirada de Quintana. No obstante, queda otra baza colombiana a tener en cuenta: Rigoberto Urán, tercero a 1.08 minutos.

Del quinteto inicial de favoritos, en la undécima etapa, de 153 kilómetros y que arrancó en Pamplona, quedaron detalles, como la confirmación de que Chris Froome sufre en cuanto se tensa la carrera. Al británico es habitual verlo haciendo la goma subiendo y es quinto en la general, (1.21) por delante de Joaquim Purito Rodríguez, que aguanta a 1.35 a la espera de finales más explosivos.

La carrera salió a toda mecha de la capital navarra. Rápidamente llegó la pesadilla para el Movistar, pues en el kilómetro 15 volvió a caerse Quintana. La velocidad de vértigo provocó cortes en el pelotón. Después, Contador se unió a una escapada de 32 hombres y, junto a Valverde, atacó en el sprint intermedio de Tafalla para rebañar unos segundos de bonificación.

Hubo movimientos curiosos en esa subida: el Sky puso a tirar a dos hombres, Deignan y Cataldo, quienes lo hicieron fenomenal, aunque lo único que consiguieron fue descolgar a Froome. Luego lo probaron Gesink y Barguil. También tensaron, sin empujar, al propio Froome en un claro farol, mientras que Contador pareció más preocupado en evitar que se escapara Daniel Navarro que en hacer daño a sus rivales directos.

Como nadie tiraba la piedra, apareció Fabio Aru. Abrió hueco y nadie volvió a verle el pelo. Un ataque consistente de un perla que tiene como ídolo a Alberto Contador. Lo que no sabía el de Cerdeña es que el madrileño siente una clara debilidad por él: "Viéndolo en el Giro me recordó a mí. Es valiente, tiene cambio de ritmo, es un corredor impresionante. Será una estrella".

El futuro espera a Aru, igual que aguarda la Vuelta el espectáculo de Contador y Valverde, dos pistoleros que ya se han retado. El fin de semana saldrán de nuevo a escena. Mientras, tomarán la palabra los velocistas en Logroño.

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