En 1994, cuando Palmeiras se proclamó campeón de Brasil por última vez, un jovencito de 20 años hizo su debut en el fútbol de Brasil. Se llamaba Zé Roberto, jugaba en la Portuguesa, y nadie pudo imaginar, en ese entonces, que, 22 años después, su historia se ligaría tan fuerte a la del conjunto que se coronó en aquella oportunidad.

El Palmeiras de 1994 pasó a la historia como el escuadrón inmortal. En su plantel, estaban históricos jugadores de Brasil, tales como Zinho, Mazinho, Cesar Sampaio, Flavio Conceiçao y, además, dos verdaderas leyendas: Rivaldo y Roberto Carlos.

Rivaldo, que en ese momento tenía 22 años, está retirado desde 2015. Roberto Carlos, quien a los 21 no era considerado aún uno de los mejores laterales de la historia ni admirado en el Madrid, lo dejó también. Pero Zé Roberto sigue jugando. Y a sus 42 años, es el líder de un Palmeiras que, desde los tiempos del escuadrón inmortal, no volvió a acabar como campeón.

Compartiendo el plantel, entre otros, con Vitinho, de 18 años, y Gabriel Jesus, de 19, el incombustible lateral es el jefe espiritual, pero además titular del club que ayer se proclamaba campeón del Brasileirao. Zé Roberto llegó al club el 22 de diciembre de 2014, a los 40 años, afirmó que se sentía muy bien con su estado físico y que venía para ser campeón.

Un año después, como capitán del equipo, levantaba el trofeo de la Copa de Brasil, tras vencer en la final a Santos, decidida en una tanda de penaltis en la que él convirtió el que ejecutó.

Poco tiempo antes, incluso, una arenga suya a sus compañeros antes de salir a jugar, había recorrido el mundo por lo sentida y emocional. Hablando con voz fuerte y clara, Zé Roberto miraba a los ojos a los otros jugadores y los interpelaba: "Dale un golpe en el pecho a tu amigo y dile así: 'Palmeiras es grande'. Necesitamos rescatar la historia que está metida entre las paredes de este vestuario. Se me ponía la piel de gallina cuando venía a jugar contra Palmeiras en este estadio y la hinchada gritaba: 'Au, au, au, Edmundo es un animal'. Debemos recuperar ese espíritu de animal entre nosotros".

A pesar de triunfar en la Copa de Brasil, sin embargo, a Zé Roberto todavía le quedaba una deuda en su extensa y exitosa carrera: ser campeón del Brasileirao, el torneo más importante del país.

Al regresar tras su periplo por Europa a su país, con el Gremio y a punto de cumplir 38 años, muchos pensaron que, como hacen muchos jugadores latinoamericanos, llegaba para despedirse. Pero cuatro años después, tras haber jugado 119 partidos en Gremio y estar cerca de la centena en Palmeiras, esa concepción se reveló completamente equivocada. Como había pedido en su arenga, el espíritu de aquel equipo de 1994 volvió. Ahora la voz del estadio anuncia su nombre y la hinchada canta: "Au, au, au, Zé Roberto es un animal".

campeón. El Palmeiras, 22 años después, logró el Brasileirao, tras ganar al Chapecoense (1-0, gol de Fabiano), a una jornada para el final. El Verdao -en la imagen, los festejos del equipo con la copa- suma ya nueve campeonatos, siendo el más laureado de Brasil.