Marzo empieza con una de esas tardes de fútbol que deciden toda una Liga. De esas realmente trascendentales, por mucho que la sobreutilización del término le reste peso. Al menos en lo que se refiere a la Balona. Los hombres de Rafa Escobar, anclados en la quinta plaza después de enlazar tres victorias, reciben en el Municipal a todo un Cartagena, tercero con cinco puntos de ventaja sobre los de La Línea. Por si esos noventa minutos no tuvieran de por sí bastante interés, el Guadalajara, inquilino de la última plaza de la zona VIP, juega desde una hora antes en Granada. Vaya, que cuando lleguen las siete de la tarde, la Balona puede estar haciendo manitas con ese sueño al que Chema Mato sugiere con acierto que se le vayan quitando las comillas... o empezando a despedirse de él.

Los balonos llegan a este durísimo test después de haber roto con una pésima en racha en casa y con la vitola no sólo de haber enlazado tres victorias consecutivas, sino de no haber recibido un solo tanto en los últimos 303 minutos de competición.

Rafa Escobar no cambió ayer su habitual liturgia en los encuentros de casa y ha citado a toda su plantilla, de la que ya forma parte sin ningún tipo de limitaciones el juvenil Blas Álvarez, que se lo ha ganado a pulso.

La única baja confirmada es la de Ismael Chico, que cumple su quinto y último partido de inhabilitación.

En lo que se refiere al once, Escobar afirma, con una sonrisa burlona, que "lo más normal" es que repitan los once que comenzaron frente al Sevilla Atlético hace siete días. Pero no lo confirma. Y ojo que después del amistoso del pasado jueves en Estepona con el Lokomotiv tampoco sería para llevarse las manos a la cabeza si al final Sergio Ortiz entra en el puesto de Óscar Martín y/o Samu en el de Copi. Pero queda dicho "lo más normal" es que no suceda nada de eso.

Escobar es contundente al hablar del choque de hoy y ha advertido que "éste es el primer partido de nuestro play-off y si queremos jugar más, tenemos que ganarlo".