Fútbol · Liga BBVA

Barcelona-Valladolid (6-0): Enésima exhibición del líder

  • El Barcelona destroza a un decoroso Valladolid con una portentosa actuación de Messi y sobre todo de Eto'o, autor de cuatro goles por primera vez en su carrera

La excelencia de Messi y la impecable precisión de Eto'o encumbraron al Barça y derrumbaron al Valladolid en un encuentro que premió el estilo del conjunto azulgrana, confirmado en lo más alto de la Liga y acostumbrado a contar sus partidos por goleadas.

Insaciable, el Barcelona no levanta el pie del acelerador. Minutos después de que el Real Madrid ganase desde la trinchera al Málaga con cuatro goles de Higuaín, el Barça despachó al Valladolid con cuatro tantos de Eto'o y una impecable puesta en escena.

Con más de tres goles por partido, el conjunto de Guardiola contó una víctima más en el Valladolid, que se batió con decoro sin renunciar al fútbol. Pero no encontró argumentos para anular la fantasía de Messi ni el acierto de Eto'o, que viven a otra velocidad, un paso por delante del resto.

La victoria del Barça se cargó de mérito, porque el Valladolid le obligó a disputar un arranque de partido más laborioso de lo que anunció el marcador final. Tras superar un inicio espeso, el Barça se adelantó no sin sutileza: Dani Alves habilitó a Eto'o, que sólo necesitó dos toques para golear.

Animado por el marcador, el equipo de Guardiola destapó sus virtudes: transición rápida de la pelota, primer toque y balón al espacio. El talento de sus jugadores hizo el resto frente a un Valladolid intachable, pero superado por los acontecimientos y por el fútbol vertiginoso del Barça, con Messi como héroe anónimo de la noche.

En estado de gracia, Eto'o firmó tres goles más antes del descanso, una hoja de servicios que le avala como el delantero más en forma de la Liga. En el área de Asenjo, el camerunés fue un peligro constante. Combinó, peleó y goleó.

El primer acto fue tan derrochador que condenó al partido a una segunda parte de menor voltaje. Pero quedó tiempo para anotar un par de goles. Primero Gudjohnsen, un superviviente con recursos, y después Henry, que así encontró premio a su esfuerzo.

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