La expedición del FC Barcelona abandonó esta tarde Washington con dirección a Miami tras completar su primera etapa de la gira de tres partidos amistosos por Estados Unidos y lo hizo con el bagaje de una derrota, récord de asistencia y vendida la imagen del equipo fuera de Catalunya.

El apartado deportivo, el Barcelona cumplió con todas las expectativas que el entrenador Pep Guardiola se había establecido para proseguir con la preparación de la pretemporada, dándole a esta fase una gran importancia a la participación del talento joven que hay dentro de la cantera. De esta manera, también permitió a Guardiola dejar que los jugadores titulares lesionados tuviesen más tiempo para recuperarse, como es el caso de Carles Puyol, Gerard Piqué, Maxwell, y Xavi Hernández.

Eso fue lo que sucedió en el partido de la pasada noche disputado contra el Manchester United y que iban a perder por 1-2, pero que para Guardiola resultó muy positivo de cara a lo que vio con los jugadores jóvenes que tuvieron la oportunidad de participar y ayudar al equipo.

Además de confirmarse el gran momento de forma en el que se encuentra el centrocampista Thiago Alcántara, la última incorporación al primer equipo, que está causando sensación, después de haber marcado los últimos tres goles del equipo en lo que va de pretemporada, incluido el del honor ante el Manchester United.

De ahí, que la derrota ante el campeón inglés no tuviese mayor efecto negativo que la lesión que sufrió el delantero holandés Ibrahim Afellay, que no podrá participar en los encuentros correspondientes a la Supercopa de España (Real Madrid) y de Europa (Oporto), así como los dos primeros encuentros ligueros, a causa de una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda.

Nada se habló de las ausencias de las grandes figuras latinoamericanas que hay en el equipo, encabezadas por el argentino Lionel Messi, que están de vacaciones tras su participación en la pasada Copa América con las selecciones de sus respectivos países. Tampoco se iba a anotar su ausencia en cuanto al interés de los aficionados y seguidores que el equipo catalán tiene en el área de Washington y que respondieron con una nueva marca de asistencia para un partido de fútbol con 81.807 espectadores que llegaron al FedEx Field para presenciar el partido.

El interés de los aficionados también se dio para verlos en los entrenamientos y en uno de ellos se registró una entrada de 5.000 espectadores que tuvieron que pagar 25 dólares para verlo.

Si el equipo cumplió con todos sus objetivos deportivos para la primera etapa de la gira, que fue de cuatro días en Washington, el aparato institucional, encabezado por el propio presidente del Barcelona, Sandro Rosell, también tuvo una agenda completa de actividades, en las que destacó el encuentro con el multimillonario Bill Gates.

El Barcelona unió esfuerzos con la Fundación que preside Gates para la campaña de erradicación de la polio a través de todo el mundo y el multimillonario se ganó la admiración de los culés al definir a Guardiola como "un genio".

No tuvieron la misma amabilidad la seguridad del parque cercana a la Casa Blanca, que impidió que el equipo azulgrana pudiese entrenar el jueves por la mañana, y tuvieron que regresar al hotel para desentumecer los músculos.

Tampoco vieron cumplido el sueño de ser recibidos en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, pero si hicieron una gira turística, lo mismo que el Manchester United, por la mansión del mandatario estadounidense, después de tener que esperar más de una hora y media.

El no poder ver a Obama, que además había mostrado su interés por conocer a Messi, fue el único apartado de la agenda del Barcelona en Washington que no pudo darse como había estado establecido en el programa inicial.

Pero Rosell si pudo reunirse con la nueva peña barcelonista que hay en Washington, además de completar el calendario de actividades de promoción de la imagen del equipo con el partido benéfico que organizó la ex figura del fútbol estadounidense femenino Mia Hamm, que es embajadora del Barcelona en su país.

El partido, en el que jugó Guardiola con el número cuatro en su espalda, tuvo como gran centro de atención al escolta de los Lakers de Los Angeles, Kobe Bryant. La estrella de los Lakers, compañero y amigo de Pau Gasol el ex jugador del Barcelona Regal, vistió la camiseta del Barca con el número 24 para reiterar una vez más su pasión por el fútbol y el equipo campeón, al que volvió a definir como el "mejor del mundo".

La siguiente etapa de la gira --Miami--, tendrán como rival deportivo a las Chivas Rayadas del Guadalajara, de México, mientras que la agenda extra deportiva y de promoción de imagen se enmarcará en un contexto mucho más turístico y menos protocolario.