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El Barcelona es el afortunado

  • El conjunto azulgrana logra una plaza en semifinales después de vencer tras dos prórrogas al Real Madrid en un partido épico Tomic, decisivo para los catalanes ante su ex equipo

El Barcelona consiguió el pase a las semifinales de la Copa del Rey en un partido memorable ante el Real Madrid que merecía no acabar nunca por el espectáculo, y que supuso la eliminación del principal favorito tras dos prórrogas.

No defraudó el gran clásico del baloncesto español, disputado con el alma por los dos equipos. Que se decantase al final del lado blaugrana (108-111) fue quizás lo más justo, como queda reflejado en la valoración del encuentro: 135 a 97 a favor de los de Xabi Pascual. A esa cifra barcelonista contribuyeron fundamentalmente Tomic (33), colosal ante sus excompañeros, y Mickael (31), el más regular del choque.

El primer cuarto fue a tirones. El primero lo dio el Barça, que se puso 0-5 y 4-7 de la mano de Mickeal. Respondió el Madrid gracias a Mirotic, que tiraba de un equipo que no carburó demasiado en los primeros diez minutos (18-25). El Barcelona, más coral en ese arranque, parecía aceptar el reto de un partido de intercambios de golpes que, en principio, podría interesarle más a su rival.

En esa dinámica, se puso nueve puntos arriba hasta en tres ocasiones al inicio del segundo cuarto (18-27, 21-30, 23-32). Lorbek empezaba a hacer daño, pero apareció Sergio Rodríguez para darle la vuelta al marcador (35-34), si bien al descanso el Barcelona se mantuvo al mando (46-49).

La segunda mitad arrancó como la primera, a tirones. Un 5-0 del Madrid, que recuperó la iniciativa en el marcador (51-49); y un 0-10 azulgrana (51-59). El conjunto de Xavi Pascual parecía en disposición de dar un paso decisivo, pero no prosperó en una fase del juego propicia y todo quedó a expensas, en principio, del cuarto acto (60-64).

Los últimos cuatro minutos y medio se jugaron al filo de la navaja, con canastas salvadoras para un Barça como un triple de Wallace (69-71). Un triple de Llull a 2.30 para el final dejó las espadas en todo lo alto (73-73 y 75-75) antes del último minuto. Los empates no hacían más que adelantar la prórroga a la que se llegó gracias a Felipe Reyes, aunque Llull falló el triple final (6/17 de acierto desde la línea de 6,75 metros).

Los azulgrana lograron una mínima renta y los seis puntos seguidos del Barcelona (79-85) parecían el principio del fin para los blancos. Entonces apareció de nuevo Sergio Rodríguez para rescatarlos. Primero con una entrada ante la torre Tomic y después con un triple salvador, todo en medio minuto, que volvía a dejar el marcador en un pañuelo.

Incluso el Madrid se puso por delante de nuevo en una locura de final con el triple de Llull (89-87) antes de entrar en un carrusel de tiros libres que bien pudieron decidir antes el ganador, aunque sí sirvieron para forzar el segundo tiempo extra. Lorbek tiró a fallar, Mickeal capturó el rebote y cedió de nuevo al esloveno, que puso el 93-93 al final de la primera prórroga.

En la segunda, cada canasta encontraba réplica hasta que Llull se quedó sin contestar, con un triple errado, el canastón decisivo de Oleson. El Barça volvía a los cuatro puntos de renta y Navarro entraba para asegurar desde la personal dando otro golpe al (105-109) que ya sería imposible de contestar por el Madrid.

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