El Barcelona completó el cartel de las semifinales de la Copa, donde se medirá al Valencia, tras apabullar sin piedad al Iberostar Tenerife (102-60), cumpliendo las expectativas que señalaban este emparejamiento como el más desequilibrado de los cuartos de final en Málaga. La marcha al Fenerbahçe de Sekulic, MVP de la Liga, declinaba aún más la balanza y el partido cumplió los presagios. Sin tiempo para inscribir a Papadopoulos, el equipo canario se conformó con una derrota honrosa.

El conjunto isleño logró aguantar el tipo en el primer cuarto (22-16), pero el Barcelona desplegó todo su arsenal ofensivo en el segundo para endosarle 32 puntos. La avalancha era más de lo que podía soportar la cenicienta de esta Copa y el duelo quedaba sentenciado al descanso (54-34).

De esta forma, Xavi Pascual pudo reservar las energías de su plantilla de cara a envites mayores y el duelo quedó reducido a bagatelas, como los espectaculares mates de Dorsey o el castigo de madurez de Abrines, pitado por la afición malagueña.