La reacción del Valencia, cuando estaba hundido con un 2-0 favorable al Betis, acabó en un 2-2 final, con un tanto de Gameiro en el último minuto, y con ello algo de ventaja para la vuelta de esta semifinal de la Copa del Rey, que se decidirá el 28 de febrero en Mestalla.

En la primera parte se sucedieron las alternativas en un partido de fuerte ritmo, de equilibrio y respeto que pudo abrir cualquiera pero que lo hizo el Betis, con un centro de Canales tras un córner, remate de cabeza de Sidnei en el segundo palo y remache también de cabeza de Loren para colocar el 1-0 con el que se llegó al descanso.

En la segunda mitad, Joaquín, de gol olímpico en otro córner, puso el 2-0 para los verdiblancos, pero el tanto logrado por Cheryshev, a pase de Gameiro, y después el del propio delantero pueden darle ventaja al conjunto ché.

Se midieron dos equipos que llegaron a esta importante ronda del torneo copero al alza, sobre todo el valencianista después de un dubitativo inicio de temporada en la que incluso se cuestionaba la permanencia de su técnico, Marcelino García Toral.

El preparador asturiano planteó de salida un dispositivo táctico de contención al tener el Valencia en la recámara la vuelta del 28 de febrero en su estadio, por lo que esperó bien parapetado el previsible arreón inicial de los verdiblancos.

A las primeras de cambio llegó un importante contratiempo para la formación que dirige Quique Setién, pues uno de sus centrales titulares, Marc Batra, quien había forzado para estar este jueves después de no acabar por lesión el partido del pasado domingo ante el Atlético de Madrid, se resintió de su dolencia muy pronto.

El puesto del defensa catalán lo ocupó el murciano Javi García a los diez minutos y ese lance pareció coincidir con el inicio de un mayor protagonismo del equipo ché para equilibrar el juego en el centro del campo aunque siempre pendiente de las acometidas locales y atento a los contragolpes.

En este partido de control en ambos conjuntos, el Valencia apareció cerca de la media hora de juego con dos acciones consecutivas en las que resaltó la figura del meta bético, Joel Robles, quien en la primera adivinó la intención de Rodrigo y en la segunda, un cabezazo con mucha intención de Santi Mina.

La respuesta local llegó poco después en un centro pasado de Canales, el más desequilibrante de los de Quique Setién, al que llegó el mexicano Guardado pero le salió el remate forzado demasiado cruzado. Al tanto de Loren, cuando se moría la primera parte, le sucedió otro de Joaquín, en un llamado gol olímpico, directo de saque de esquina. No concedido antes de consultar el colegiado madrileño Carlos del Cerro Grande con el VAR, lo que dejó tocado al Valencia.

Marcelino movió el banquillo e hizo ingresar a los franceses Gameiro y Kondogbia para dar más potencia a su delantera y centro del campo ante un rival desatado y en busca del tercero con el apoyo de su enfervorizada afición.

La reacción visitante llegó con los cambios y a los setenta minutos Cheryshev acortó distancias, al cabecear cruzado con habilidad un centro de Gameiro, lo que le dio vida al Valencia no sólo para este partido, también para una vuelta que se prevé muy competida por lo visto en el primer asalto.

El equipo visitante pudo empatar antes, pero otro cabezazo de Cheryshev acabó con el balón repelido por un poste, aunque sí lo hizo ya en la prolongación con el gol de Gameiro, a pase de Rodrigo, que que pone algo de ventaja para los valencianistas.