El Sevilla ganó el derbi hispalense con suficiencia y saber estar ante un Betis que le puso muchas ganas pero pocos recursos, aunque el triunfo visitante, que supone asegurarse participación europea por quinto año consecutivo, quedó entristecido al no tener ya opciones de Liga de Campeones.

El Betis, que se aseguró la permanencia en la anterior jornada, se jugaba darle la alegría del año a sus seguidores en este partido de la máxima rivalidad, pero fue de más a menos y acabó totalmente controlado por su rival.

El Betis fue el que más empujó, el que más atosigó al rival y el que tuvo más llegada, pero fue el Sevilla el que se llevó el premio en un pase del brasileño Daniel Alves a su compatriota Luis Fabiano, quien con serenidad batió al portugués Ricardo ante la indecisión de la zaga.

Con el 0-1 el partido llegó al descanso y en la reanudación los hombres de Chaparro salieron con las mismas ganas con las que acabaron la primera, pero otra vez pegó el Sevilla, ahora en un córner que sirvió Daniel Alves y que remató de cabeza Fazio, como ya lo hiciera en El Sardinero, aún en esta ocasión con la colaboración del defensa Damià, que desvió el balón.

Poco después, en el minuto 55, los dos equipos se quedaron con diez jugadores, por las expulsiones Arzu y Daniel Alves, que estaba realizando un gran partido y su marchá desdibujó al Sevilla.