El Girona recibe al Betis pletórico de moral tras su sorprendente empate en el Camp Nou la pasada jornada, lo que da pie al equipo para seguir soñando con hacer historia en Primera División.

El punto conseguido en Barcelona no hizo más que confirmar que, a pesar del pesimismo que despertó la marcha de Pablo Machín al Sevilla, el Girona continúa sonriendo, ahora con Eusebio en el banquillo.

Los rojiblancos arrancaron su segunda temporada en la máxima categoría con un empate contra el Valladolid y una contundente derrota contra el Madrid que alimentaron las dudas alrededor del nuevo proyecto, pero el equipo ha reaccionado en las tres últimas jornadas, consiguiendo un empate contra el Barcelona y dos victorias, contra el Villarreal y el Celta.

Precisamente, la buena dinámica que atraviesa el cuadro catalán, escenificada en el excelente momento que vive un Stuani que la semana pasada anotó dos dobletes en dos partidos, es el principal argumento al que se aferra la parroquia gerundense para aspirar al triunfo contra el Betis.

Esa victoria mantendría al conjunto rojiblanco cerca de las posiciones europeas, una realidad impensable para un equipo que hace dos décadas navegaba en los infiernos del fútbol español.

El Betis de Quique Setién afronta el duelo de Montilivi como el primero de los dos compromisos de esta semana para dar el salto en la clasificación y optar a los puestos nobles en los que aspira a consolidarse.

El cántabro tiene ante sí dos partidos en los que, además de sumar, pretenderá acallar el runrún de cierto sector crítico que la pasada semana en el estadio bético le censuró la alineación del lateral diestro Francis -duda con molestias-, ante lo que él respondió a la grada y posteriormente pidió disculpas.