Deportes

Bolt, al rescate del atletismo

  • El dopaje y las lesiones deslucen de partida la cita más importante del año, con la figura jamaicana como antídoto Rusia, a examen para los Juegos 2014 y el Mundial de fútbol

Golpeado por el dopaje y las lesiones, el atletismo se agarra a la magia de Usain Bolt para levantar la cabeza en los Mundiales que comienzan hoy en el Estadio Luzhniki de Moscú. Casi 2.000 atletas de 206 países del mundo, todo un récord, se medirán en nueve días en el evento deportivo más importante del año y el primero de la serie de macrotorneos que albergará Rusia en el próximo lustro.

Sin embargo, los Mundiales llegan sacudidos por la polémica. Los escándalos de dopaje golpearon la credibilidad de la principal disciplina olímpica y la ley anti-gays rusa abrió el debate sobre el respeto a los derechos humanos en el país que será epicentro del deporte mundial. Bolt es la respuesta a las cuitas de la IAAF. La superestrella jamaicana es la figura totémica que debe desterrar las sombras del dopaje y devolver la atención a la pista.

El velocista persigue su cuarto triplete dorado en 100, 200 y 4x100 después de los que logró en los Juegos de 2008 y 2012 y los Mundiales de 2009.

Una salida falsa en los 100 evitó que lo lograra también en 2011, pero la autoproclamada leyenda del atletismo ganó las otras dos pruebas. En total, suma siete metales mundialistas, con lo que si logra tres más igualará el récord de 10 de su gran enemigo histórico, Carl Lewis.

"Tengo que correr muy rápido para despejar todas las dudas", dijo el caribeño, que ha mantenido silencio desde su llegada a Moscú. Pero las dudas recaen también sobre él y sobre su especialidad, la velocidad, que en las semanas previas a los Mundiales vio cómo caían por dopaje los principales adversarios de Bolt, el estadounidense Tyson Gay y el jamaicano Asafa Powell.

Los positivos de otros esprínters de la isla, como las medallistas olímpicas Sherone Simpson y Veronica Campbell-Brown, aún extendieron más la sombra de la sospecha. "Bolt está limpio", dijo con contundencia el presidente de la IAAF, Lamine Diack, para quien los casos de dopaje -a los que hay que añadir las 31 sanciones a atletas turcos y los numerosos positivos en Rusia- son una prueba de que el sistema funciona.

Un total de 12 campeones del mundo estarán ausentes en Moscú, por sanciones o por lesión. Entre ellos, el recordman mundial de 800, el keniano David Rudisha, los velocistas jamaicanos Yohan Blake y Campbell-Brown, el marchador ruso Valery Borchin o la fondista keniana Vivian Cheruiyot. Tampoco competirán otras estrellas como la heptatleta británica Jessica Ennis-Hill o la saltadora croata Blanka Vlasic.

El año posolímpico se cobra sus facturas, pero las ausencias serán también una oportunidad para descubrir nuevas caras. La IAAF repartirá cerca de seis millones de euros en premios.

Liderado por el decatleta Ashton Eaton y la velocista Allyson Felix, Estados Unidos se adivina de nuevo como el ganador del medallero. Rusia intentará ponerlo difícil en casa, donde los fans podrán ver la despedida de un mito como la plusmarquista mundial de pértiga Yelena Isinbayeva. La campeona olímpica y mundial ganó su primer título en el Luzhniki y allí quiere que termine, a los 31 años, su carrera.

Treinta y tres años después de los boicoteados Juegos de Moscú, la política vuelve a levantar olas en Rusia, donde una ley que limita la expresión pública de "orientaciones sexuales no tradicionales" puso al país bajo la crítica internacional. Rusia albergará los Juegos de Invierno de Sochi en 2014 y el Mundial de fútbol en 2018, por lo que asociaciones de defensa de derechos de los homosexuales pidieron ya el boicot.

El ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, solicitó "tranquilidad", mientras que el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, aseguró que espera una nueva "aclaración" del texto para tomar una posición. La solución a este asunto, al menos, está fuera del alcance de Bolt.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios