Baloncesto

Bryant desata la locura en una cancha callejera de Barcelona

  • El escolta de los Lakers y su compañero Pau Gasol se impusieron a Navarro y Ricky Rubio en un breve partido de exhibición en pleno barrio del Raval.

Ataviado con una sudadera, con la capucha puesta y gafas de sol -como si fuera una estrella de rock- el escolta de Los Ángeles Lakers  Kobe Bryant apareció, por fin, en la cancha callejera del barrio barcelonés del Raval.

Allí lo esperaban un millar de aficionados. La mayoría poblando las gradas levantadas para la ocasión alrededor de la pista urbana; unos pocos apostados estratégicamente en las callejuelas adyacentes al recinto, para no perderse ni un detalle de la llegada del ídolo.

Kobe se hizo esperar. Hacía rato que su compañero Pau Gasol ya estaba en la cancha y más tiempo aún de la llegada de los jugadores del Regal Barcelona Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio, con quienes mañana se verá las caras en el Palau Sant Jordi. Pau, Ricky y la Bomba hacía ya varios minutos que habían perdido todo interés para el público, ansiosos por ver aparecer a Bryant.

El pentacampeón de la NBA, llegó con media hora de retraso, pero fue recibido por el público al grito de "¡MVP, MVP!": Bryant correspondió saludando a los aficionados.

Los cuatro se habían acercado a este playground de Ciutat Vella para dirigir a los finalistas del Shot Faster, un torneo de 2 contra 2 en el que participaban ocho parejas locales y cuya principal característica es la velocidad en el juego, con cuartos de un sólo minuto y posesiones de ocho segundos en las que las canastas convertidas sobre la bocina valen el doble que el resto. Bryant y Rubio, por un lado, y Navarro y Gasol, por otro.

Kobe jugó a tomárselo en serio. Se rascaba la cabeza mientras dibujaba a sus hombres sistemas de dos contra dos en la pizarra, celebraba los puntos de su pareja puño en alto e, incluso, protestó, entre risas, una canasta fuera de tiempo. Los dos jóvenes que actuaban bajo sus órdenes y las de Ricky alucinaban con la megaestrella de los Lakers.

Mientras, Pau y Navarro se lo tomaban con más calma. "Tenéis que anticiparos a la jugada que hagan ellos", decía Gasol. "¿Podéis hacer falta?, preguntaba la Bomba. "Entonces hacedla si es necesario y, si el árbitro no la ve y no la pita, mejor", apostillaba el ala-pívot de Sant Boi, en Barcelona.

Los chicos entrenados por Bryant y Ricky se llevaron con claridad la final (18-9), y entonces llegó la hora de los profesionales. Esta vez, Gasol y Kobe formaron en el mismo equipo para protagonizar un breve duelo entre los Lakers y el Barça.

Fueron sólo dos posesiones de ocho segundos, un breve aperitivo de lo que acontecerá mañana. En la primera, Bryant resolvió con un tiro en suspensión sobre la bocina, una situación y un desenlace nada extraños para él.

En la segunda, Navarro falló, pero el árbitro pitó falta del escolta estadounidense. "¡Dios mío, no puedo creer que pites esto, no le he tocado!", bromeaba Kobe, la auténtica estrella del show.

Navarro falló el tiro libre y los jugadores de los Lakers se llevaron la victoria. El escolta del Regal Barcelona cree que el resultado de mañana será muy distinto. "Ellos están en pretemporada y nosotros más rodados. Pienso que les vamos a ganar", aseguraba.

Después, Kobe, Pau, Ricky y Navarro dejaban huella -literalmente hablando- firmaban unos grafiti con sus rostros como parte de un proyecto, el de rehabilitación de esta pista callejera del Raval que Nike llevará a cabo en los próximo meses para conmemorar el acontecimiento histórico que se ha celebrado hoy en ella.

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