La uña de un dedo meñique es lo único que le falta ya al Cádiz B para tener los dos pies en Tercera. A pesar de que restan aún cinco jornadas, el próximo fin de semana estará en condiciones de asegurar matemáticamente el regreso a categoría nacional gracias al nuevo triunfo conquistado ayer en la visita a un Rota al que deja en situación de enorme peligro, sobre todo porque el calendario que tienen por delante los verderones es de aúpa, digno de ponerse a temblar.

Después de empatar, el Rota solo despertó con el 1-3 y olvidó todo tipo de precauciones para provocar que el choque se alocara. Empujó a base de mucho corazón, sin tirar jamás la toalla, pero el máximo fruto que obtuvo fue un remate de Juan Harana que pegó en un poste. Los visitantes, en cuyas filas debutó Seth Vega, supieron achicar agua y no permitieron que la diferencia adquirida se viera recortada.