Todo parecía resuelto, pero las últimas declaraciones de ambas partes revolvieron las entrañas de un divorcio en el ámbito público: Ángel di María y el Real Madrid eligieron la escena mediática para exponer los entresijos de su separación. Casi dos semanas después de que el extremo argentino se incorporara al Manchester United, todavía salen a la luz los retazos de una desvinculación sin términos claros.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, mantiene la teoría de que el zurdo se marchó del club porque pedía un salario que amenazaba la estabilidad económica de la institución. Mientras tanto, el futbolista niega tal hipótesis y desnudó comportamientos polémicos del Real Madrid durante el Mundial de Brasil 2014.

"Vi las declaraciones de Florentino Pérez. Para ganar lo que gana Cristiano, tendría que haber ganado el Balón de Oro", dijo el argentino en declaraciones al programa radial de su país América & Closs. "No tengo mucha relación con Florentino. Cuando firmé y renové el contrato, él no estuvo presente", reveló Di María.

Las palabras de Di María surgieron a raíz de una comparecencia del presidente del club blanco. "Los jugadores entran y salen. Siempre parece que se van los mejores y son cuestionados los que vienen. Nunca hablo mal de los jugadores. Si tienes contrato en vigor, te vas porque quieres. Le hizo el Madrid la mejor oferta que se le podía hacer. Tope máximo. Nadie gana tanto en la plantilla a excepción de Cristiano. En lugar de Di María incorporamos a James Rodríguez, Bota de Oro del Mundial", afirmó Pérez.

Resulta extraño que el Di María-gate haya expuesto tantas aristas del conflicto a la luz pública. Un duelo de intereses que usualmente se maneja puertas adentro tomó un perfil público y generó división en el denominado "madridismo".

Incluso, la aparición de actores externos al tema, como el propio Cristiano Ronaldo, permiten creer que el conflicto excede incluso a la relación propiamente dicha de Di María con el Real Madrid.

A lo largo de las últimas dos semanas, el Real Madrid se vio involucrado en situaciones polémicas con el propio Di María, con Cristiano Ronaldo y hasta con Radamel Falcao García, todos futbolistas cuyas carreras son manejadas por el portugués Jorge Mendes.

La cuenta de Twitter de Falcao publicó el 30 de agosto y aparentemente por un hackeo el mensaje "Un sueño hecho realidad #halaMadrid". Dos días después el colombiano arribaba al Manchester United y el Real Madrid completaba su plantilla con la llegada de Chicharito Hernández, un jugador de menor caché que el colombiano.

Poco después, el propio Cristiano criticó en público la política de fichajes del club blanco. "Si yo mandara, no lo habría hecho así", dijo el luso, y agregó: "Con los nuevos jugadores el estilo va a cambiar, pero puede ser para mejor o para peor".

Para completar el cuadro, aparecieron las nuevas declaraciones del Fideo en la noche del viernes. "A las 11 de la mañana del día de la final del Mundial me llegó una carta del Real Madrid para que no juegue. La rompí, no le hice caso", reveló el zurdo, que entonces intentaba recuperarse de una rotura muscular en el muslo derecho. "Cristiano siempre estuvo de mi lado. No sé cuánto aguantará en el Real Madrid", sentenció Di María, en referencia a la permanencia de la máxima estrella del club blanco en el barrio de Chamartín.

La novela entre Di María y el Real Madrid parece no haber acabado todavía y, mientras el equipo español no recupere su nivel dentro del campo de juego, todavía habrá lugar para más cruces de palabras de contratos y oficinas.