Carlos Sánchez, segundo de Paco Peña la pasada temporada en el Xerez B, es el psicológico del Sevilla C, además de segundo -tiene el nivel tres de entrenador- de Chesco y de ojeador de la cantera. El técnico firmó por la entidad hispalense una vez comenzada la campaña y se encuentra encantado de poder "trabajar en una entidad como ésta. Me encanta mi labor y hago un poco de todo".

Conoce perfectamente al Xerez y, además, ha visto sus dos últimos compromisos, el del pasado domingo ante el Betis B y el anterior con el Recre. El preparador sevillista resalta que "Es un equipo en proceso de cambio continuo, han debutado ya casi cincuenta jugadores, y así es muy complicado, eso se tiene que notar en el rendimiento por fuerza y a eso hay que sumar los problemas institucionales. La pasada temporada, por ejemplo, logramos que no afectara al vestuario pero fue muy complicado y las cosas nunca llegaron a estar tan mal como esta campaña a pesar del poco apoyo que tuvimos".

"Los chavales -añade- no compiten mal, a mí me sorprendió su nivel y la forma en la que afrontaron los partidos ante el Recreativo B y el Betis B, lo que pasa es que luego se hundieron y se les notó mucho el bajón físico ante rivales que están habituados a competir a otro nivel. Compiten pero se vienen abajo muy fácil. Para colmo, no están teniendo suerte ni de cara a puerta ni con los arbitrajes. Lo de Sevilla fue duro y ante el Recre, por ejemplo, fallaron el penalti y ya no fueron capaces de sobreponerse. Además, hay que tener en cuenta que están jugando como titulares futbolistas que el pasado verano nosotros no teníamos ni en el filial".

A pesar de las adversidades, confía en la salvación del Deportivo. "Los equipos se han reforzado bien pero hay mucha igualdad y espero que al final de temporada, el Xerez se quede en Tercera".