La Unión se reconcilió ayer consigo misma al ganar por 2-0 al Ayamonte. La primera parte fue muy igualada. Los dos equipos tranzaban jugadas de ataque, pero ninguna de ellas dio mucho trabajo a los porteros, hasta que la Unión se adelantó en un lanzamiento de falta de Estévez que se desvió tras tocar en la barrera y cogió a contrapié a Miguel Rosa.
El juego de los gualdiverdes no era muy fluido, pero aun así pisaban más el área contraria que su rival.
El descanso, en teoría, iba a dejar una segunda parte abierta, pero la Unión no tardó en sentenciar el choque. En el minuto 47 Platero controló el balón en el área y disparó, pero un defensa rechazó el disparo. El esférico cayó en las botas de Pedro Carrión, que fusiló a Miguel Rosa.
Con el 2-0 los visitantes, como confesó luego el técnico Rafael Domínguez, ya pensaba en el próximo partido.
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