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Conmoción en el balompié turco

  • Ya se han producido más de 50 detenciones por el escándalo del amaño de partidos

El fútbol turco está conmocionado. Con la detención de tres presidentes de clubes y más de 50 directivos, entrenadores y jugadores, muchos aficionados ve confirmadas sus sospechas de turbios manejos en la SuperLiga.

Los investigadores detuvieron el pasado domingo al presidente del Fenerbahce, Aziz Yildrim, por sospechas de manipulación de partidos. El club, actual campeón turco, rechazó las acusaciones. "Shock", tituló ayer el diario deportivo Fanatik, mostrando imágenes de la detención efectuada en la víspera. "Terremoto por manipulación en fútbol", publicó el Milliyet. Y el periódico Posta, lo siguiente: "Sobre el campeonato se cierne una sombra".

Policías de una unidad especial contra el crimen organizado realizaron operativos en oficinas de diferentes equipos y casas privadas tras un largo período de observación. Las operaciones afectaron también al Besiktas y el Trabzonspor. Las investigaciones se centran en el partido decisivo en el cual el Fenerbahce se proclamó el pasado mes de mayo campeón de Turquía por decimoctava vez.

Entre los detenidos figura el portero del Sivasspor, Korcan Celikay. Su equipo no tenía nada que perder en el último partido de Liga, pero el Fenerbahce se lo jugaba todo. Pese a que no se comunicó nada oficialmente, periódicos turcos informaron ayer sobre el pago de sumas millonarias. Los sospechosos están son acusados de formar una asociación criminal.

La Federación de Fútbol Turco (TFF) sólo declaró hasta ahora que sigue con gran atención el curso de las investigaciones. Tras una noche de interrogatorios por la Policía, Yildrim fue trasladado ayer a un hospital de Estambul para pasar reconocimiento, según informó la televisión turca. Yildrim sufre diabetes y se quejó de malestares. Después fue llevado de vuelta a la comisaría.

Varios políticos recalcaron inmediatemente que el caso está ahora en manos de la Justicia. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, hincha reconocido del Fenerbahce, expresó sólo su esperanza de que "no haya dificultades" para el club. De verificarse lo ocurrido, el fútbol del país otomano sufriría un duro golpe del que le costaría levantarse, después de que el campeonato turco se haya convertido, con el paso de los años, en una opción muy atractiva para importantes futbolistas.

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