La Balona hizo honor a su primer apellido, el de recia, y se apuntó un derbi que el Algeciras no mereció perder. Para que no faltara de nada en el clásico más atractivo de los últimos años, éste se dilucidó con un polémico y cuando menos riguroso penalti en el minuto 78. El caso es que cuando Copi ejecutó la pena máxima, el fútbol premió el excelente nivel defensivo y la capacidad de sacrificio de los albinegros y despreció el carácter ofensivo y la iniciativa de los albirrojos, que gobernaron la mayor parte del litigio aunque esta vez carecieron de pegada para hacer más daño.

El gol dejo a los locales a merced de los linenses, que se mantuvieron sólidos para negarle al eterno rival el consabido arreón final. Al Algeciras se le agotaron las pilas. Hubo jugadores que quisieron hacer la guerra por su cuenta y otros que bajaron la cabeza, de lo que se beneficiaron los visitantes. Javi Catalán, que había entrado en el 75', dispuso de un par de oportunidades, en una se topó con un gran Félix y la otra la materializó. Fue en el 92', con un disparo desde la frontal del área que se coló entre dos albirrojos.