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Costa del Sol, Costa del Golf, un binomio aceptado e inseparable

  • Con una media de 320 días de sol al año, el buen clima y el golf se han hermanado para la práctica de este deporte

Ya el premio Nobel, Aleixandre, inmortalizó Málaga como la "Ciudad del Paraíso", un paraíso que se extiende en un área de 7.276 kms. y una línea de costa superior a los 160 kms. de longitud, alternando amplias playas con algunas zonas de rocas que proporcionan un cierto toque exótico. Pero es el clima el factor determinante de esta región. Protegidas por las montañas, Málaga y la Costa del Sol mantienen unas agradables temperaturas en invierno y, durante el verano, la brisa marina mitiga el calor de sus 35º, ofreciendo las mejores condiciones para la práctica de cualquier deporte al aire libre.

Así, con una media de 320 días de sol al año, el buen clima y el golf se han hermanado de tal manera en la Costa del Sol que ya hace años que no se discute a este deporte como factor fundamental en su economía.

Uno de los datos más reveladores es que el 80 por ciento de los jugadores de golf son extranjeros, lo que significa una magnífica noticia para la industria del turismo, que cuenta en la provincia de Málaga con una importante nómina de trabajadores en este sector. Está claro que el golf es más que un deporte; es una manera de hacer turismo en el que se incluyen grupos, familias o parejas, a los que les gusta disfrutar de un buen clima, buenos hoteles y una amplia variedad de ofertas para elegir excursiones y comidas.

La suma de todo esto viene a ser otra etiqueta definitoria para la zona que le han colgado sus visitantes: el paraíso del golf. No es de extrañar que algunos organismos oficiales y jugadores internacionales la hayan designado como "cuartel de invierno", para poder entrenar mientras en sus países de origen los campos están cerrados en muchos casos.

No cabe duda que determinados eventos han sido trascendentales para hacer crecer el interés por la zona, como la celebración de la Copa del Mundo, el Open de España, el Volvo Masters, el Mundial individual Medal-Play y, fundamentalmente, la Ryder Cup de 1997, que fue seguida por televisión por más de 700 millones de personas. La actuación de los mejores jugadores del mundo y la épica que rodeó estos eventos proporcionó suficientes deseos de emulación por parte de los aficionados para jugar en los campos donde lo hicieron con anterioridad sus ídolos: desde el record de Johnny Miller en la Copa del Mundo y su victoria junto a Jack Nicklaus en Las Brisas, al triunfo en desempate de Tiger Woods frente a Miguel Angel Jiménez en el Mundial Individual, en Valderrama.

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