"Calma, yo, calma". La celebración de su decisivo gol del triunfo en el Camp Nou resume el campeonato superlativo de Cristiano Ronaldo, que ayer ganó su primer gran título con el Real Madrid eclipsando a su némesis, Lionel Messi, el azulgrana que a la fecha lo tenía sometido y en segundo plano.

El jugador portugués no sólo batió récords y más récords goleadores a lo largo de la temporada, sino que se convirtió en la estrella indiscutida del Real Madrid campeón de Liga.

Cristiano Ronaldo respondió con energía a quienes lo acusaban de no conseguir goles decisivos. Lo hizo con un espectacular hat-trick ante el Atlético de Madrid y con el gol de la Liga en el Camp Nou, el segundo de su equipo justo tras empatar Alexis Sánchez. El portugués se transformó en el emblema del proyecto de José Mourinho.

"Su primer objetivo es ganar la Liga española. El segundo es ganar el Balón de Oro, y eso no se logra siendo máximo goleador. Para eso necesita un gran título colectivo, una gran Liga o la Champions", resumió el martes el propio Mourinho.

Conseguida la Liga, ahora le quedan dos retos pendientes: acabar por delante de Messi en la clasificación de goleadores y, como sugirió su propio entrenador, ganar el Balón de Oro, acaparado los tres últimos años por el argentino, estrella del Barcelona, bien secundado en los dos últimos por sus compañeros en el Barça Xavi e Iniesta.

Las cifras goleadoras no hicieron más que confirmar el papel protagonista que cumplió Cristiano en el título de liga número 32 para el Real Madrid.

Gracias a sus 44 goles, batió un nuevo récord de tantos en una temporada del campeonato español (superó su propia marca de 41 goles establecida la temporada anterior) y hasta anoche se mantenía igualado con Messi en la puja por ser el máximo artillero del torneo, aunque el argentino está ahora por delante con dos tantos más.

Así y todo, Cristiano brilló en el actual curso por la magnitud de sus apariciones en los partidos más importantes del campeonato. Fue uno de los mejores intérpretes del espíritu competitivo instalado por Mourinho y supo manejar la presión, aun cuando el Barcelona se acercaba en la tabla y amenazaba el liderato el pasado mes.

Más allá de sus siete tripletes y sus cinco dobletes, el delantero, de 27 años, se dio el gusto de marcarle goles a 18 de los 19 rivales del Real Madrid a lo largo del torneo.

El Mallorca es el único equipo que hasta el momento no recibió goles del portugués en el campeonato, privilegio que todavía podrá ser sepultado en la última jornada, cuando los insulares despidan la temporada frente al nuevo campeón.

El mundo del fútbol asistió a una especie de actualización de un jugador al que todavía le quedaban detalles que cuidar. Se hizo más solidario dentro y fuera del campo, lo que de inmediato provocó dos efectos: fue un jugador más completo y ganó el cariño de su hinchada, que el pasado año lo llegó a silbar por su individualismo.

Cristiano Ronaldo pareció comprender lo que Messi ya conocía: los reconocimientos individuales sólo se amplifican con los logros colectivos. El portugués ya tiene su primer gran título con el Real Madrid y es el más firme candidato en estos momentos a ganar el Balón de Oro. Aunque eso es otra historia que se decide en diciembre.