La tendinosis rotuliana, la lesión que sufre Cristiano Ronaldo, es una degeneración crónica de las microfibras del tendón de la rodilla que tiene como principal reto conseguir una recuperación rápida y sin secuelas para el deportista. Según explicaron ayer dos expertos habituados a tratar con deportistas de élite, la tendinosis es una tendinitis, una inflamación de un tendón, que al no haber sido tratada correctamente se convierte en crónica tras un periodo de tiempo y dificulta la rehabilitación del futbolista.

El tratamiento para la lesión que sufre Cristiano Ronaldo en su rodilla izquierda es trabajo físico y, sobre todo, reposo, un proceso que puede retrasar entre uno y tres meses una recuperación total del tejido, aunque depende de la gravedad y del cuerpo de cada deportista. El principal reto de la tendinosis es que un excesivo descanso, que permite que las fibras del tendón se recuperen, hace que el cuádriceps se debilite, lo que a su vez reblandece el tejido del tendón y provoca que el deportista tenga que volver a empezar desde cero.

Al mismo tiempo, si se realizan terapias de recuperación muy agresivas, el futbolista corre el riesgo de provocar una mayor degeneración de las microfibras del tendón y retrasar su rehabilitación. El delantero del Real Madrid se ejercitó ayer individualmente junto a los cuidados del fisioterapeuta António Gaspar en la sesión de entrenamiento del martes, celebrada en Nueva Jersey (EEUU), donde se le vio correr e incluso golpear del balón.

La Federación Portuguesa, después de cuatro partes médicos que registraban apenas molestias musculares, admite por fin que Cristiano sufre una "tendinosis rotuliana" en la rodilla izquierda que se suma a las molestias en la parte posterior del muslo izquierdo.

A pesar del optimismo de dirigentes federativos y de sus colegas de vestuario, la lesión de Cristiano sentó ayer como un jarro de agua fría en el entorno de Portugal.